Francisco I. Madero, Coahuila.- El alcalde de Francisco I. Madero, Jonathan Ávalos Rodríguez, dijo que el problema del hidroarsenicismo en La Laguna se ha recrudecido en los últimos años, por lo que es importante empezar a atender esta problemática de fondo, destacando que atenderá los señalamientos de aquellas familias que estén resultando afectadas en Finisterre, como se ha dado a conocer en algunas publicaciones periodísticas.
“Claro que conocemos de fondo la problemática, pues en mi carrera como médico me ha tocado vivirlo de cerca, atender a personas con algunos padecimientos y ahora como autoridad, a cargo del municipio de Francisco I. Madero, me corresponde emprender acciones importantes para eliminar esta problemática y evidentemente que nos sumaremos al proyecto de las plantas potabilizadoras para La Laguna”, reiteró Ávalos Rodríguez.
“Hemos visto las distintas publicaciones que han aparecido en algunos portales o medios foráneos con la historia de lo que ha sido la presencia del arsénico en el agua en esta zona y sus principales afectaciones hacia la calidad de vida de sus habitantes, esto ya lo conocemos y en su momento las autoridades en turno tomaron las acciones pertinentes y de ahí nace el tanque de Caballo Blanco y la instalación de filtros, que dicho sea de paso en algunos casos quedaron sin instalar al cien por ciento”, explicó.
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“No se trata de un problema de hoy, pero sí es urgente atenderlo y creemos que lo mejor será sumarnos al proyecto de las plantas potabilizadoras utilizando el agua de las presas, pues pensar en perforar nuevas fuentes de abastecimiento ya no es lo más apropiado”, sentenció.
Ávalos Rodríguez dijo que este problema de salud no se resuelve con publicaciones, sino con acciones firmes.
Una de las plantas que permanecen en calidad de “elefante blanco”, en medio de la nada, es la situada a la salida de Francisco I. Madero, Coahuila, justo a la orilla de la carretera que va a San Pedro de las Colonias, en el pozo llamado Caballo Blanco, cuya inversión, según cifras oficiales, fue de 6 millones 605 mil 965 pesos.
Este filtro no está conectado a la red y en sus instalaciones, resguardadas con malla ciclónica, tampoco se observan vigilantes ni personas operando el sistema nombrado de filtración directa con cloruro férrico.