Para poder alcanzar el que las mujeres tengan acceso a una vida libre de violencia, desde el Congreso del Estado se busca reformar este marco jurídico para incluir en el mismo castigos severos a quien use ácido o cualquier material corrosivo para tratar de desfigurar el rostro de una mujer y precisar más a fondo la violencia física hacia ellas.
En este sentido, la diputada Claudia Rodríguez Márquez propuso reformar el Artículo 8 de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, donde se define la violencia física como:
“Cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo arma, objeto, ácido o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, toxica o inflamable o cualquier otra sustancia que, en determinadas condiciones, pueda provocar o no lesiones, ya sean internas, externas, o ambas”.
Expuso que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, señala a la violencia de genero con ácido en la cara como la marca de la posesión machista.
“Son agresiones con una altísima carga simbólica. Pretenden marcar de por vida. Dejar en el rostro desfigurado y en el cuerpo de la víctima la estampa de su crimen, de sus celos, de su odio. Una huella imborrable y dramática.
“El ácido y otras sustancias abrasivas son utilizadas en muchos países como un arma que no solo pretende causar un sufrimiento físico enorme o incluso la muerte, sino también para imponerle una condena social que la acompañará de por vida”, abundó.
Señalo que la mujer al mirarse al espejo, al observar las reacciones de los otros. Es la marca de la posesión. Una firma ardiente que lastra la vida, o lo que queda de ella, de miles de mujeres en todo el mundo, indicó.
En la propuesta dio a conocer que una organización especializada que trabaja con Naciones Unidas, calcula que al año se producen al menos mil 500 agresiones, más del 80% a mujeres.
Mientras que el 90% de los atacantes son hombres; casi siempre conocidos o con alguna relación con la agredida; un patrón común en todos los lugares y que todas han sido agredidas en la cara, donde las marcas son muy visible.