Es evidente que Morena ha incurrido en una simulación en la conformación de la planilla propuesta para la renovación del Ayuntamiento de Torreón encabezada por Shamir Fernández Hernández como candidato a alcalde, al haber dejado fuera de la misma a una auténtica representación de la comunidad LGBTIQ+ y vulnerando así sus derechos de inclusión.
Así lo declaró Cristian Manuel López Chávez, al confirmar que en la posición que él tenía dentro de la planilla hasta antes de que renunciara hace unos días a la militancia de ese instituto político, la ocupa ahora Manolo López, un operador político del poniente de la ciudad, quien fue registrado como candidato a regidor por el PT, partido aliado de Morena, al haber sido inscrito bajo la categoría de “grupo vulnerable de la comunidad LGBTIQ+”, sin pertenecer a ella.
Desafortunadamente, dijo, quien aparece en la planilla como suplente de Manolo López, Pedro Gaona Ríos, tampoco pertenece a la Comunidad LGBTIQ+, aunque igualmente en su inscripción se argumentó que sí forma parte de la misma.
“Es lastimoso ver que un partido como Morena, que se promueve como impulsor de las causas sociales, como son las luchas por los derechos de la comunidad LGBTIQ+, se haya prestado a esta farsa y simulación con una práctica que atenta en contra de las leyes, la moral, la ética y la credibilidad”, comentó López Chávez.
La controversia estalló cuando Christian López, quien buscaba su reelección como regidor por Morena, decidió apoyar al candidato del PRI a la alcaldía, Román Alberto Cepeda.
Fue en respuesta a ello que Shamir Fernández registró a Manolo López, de quien basta una revisión en sus redes sociales para dar cuenta que lleva una vida abierta y felizmente heterosexual, junto a su esposa y su hija, ambas funcionarias federales. Esta acción no solo constituye una burla a los lineamientos electorales de inclusión, sino también una ofensa grave a la comunidad LGBTIQ+ que lucha diariamente por su reconocimiento y derechos.
Cabe señalar que la organización civil San Aelredo, que defiende los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en Coahuila, impugnó estos lineamientos en abril de este año. En una entrevista, Noé Ruiz Malacara, presidente de la institución, criticó duramente la simulación que algunos partidos políticos están realizando para cumplir con los requisitos de inclusión sin un verdadero compromiso con la diversidad. Además, subrayó que estas prácticas no solo desvirtúan el proceso electoral, sino que también niegan la representación genuina de las personas LGBTIQ+ en las instituciones de gobierno.
Las consecuencias de estas acciones son múltiples y preocupantes. En primer lugar, se debilita la confianza en el proceso electoral y en la seriedad de los compromisos de los partidos con la inclusión. En un contexto donde la representación auténtica de grupos vulnerables es crucial para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, la simulación y el oportunismo político representan un retroceso significativo.
Además, la comunidad LGBTIQ+ se ve directamente afectada. La inscripción de candidatos falsos bajo la bandera de la diversidad sexual no sólo invisibiliza a las verdaderas personas que buscan representación, sino que también envía un mensaje de que sus luchas y derechos son objeto de manipulación y burla. Esta situación exacerba la vulnerabilidad y la marginación que esta comunidad enfrenta cotidianamente.
Los partidos que incurran en estas prácticas podrían enfrentar multas y sanciones, con el objetivo de asegurar que las candidaturas inclusivas sean ocupadas por verdaderos representantes de la diversidad sexual.
En medio de la lucha por una mayor inclusión y representación, la manipulación de las normas electorales por parte de figuras como Shamir Fernández o Manolo López no solo socava la integridad del proceso democrático, sino que también representa una traición a los principios de igualdad y justicia que deberían guiar a todos los actores políticos.