Jean o Jeison, como yo te diga que me llame te garantiza que así me llame, dijo uno de los haitianos que trabaja de ser convencido por agentes del Instituto Nacional de Migración al tratar de convencerlo de irse a una estancia más segura que el parque “Braulio Fernández”. Con voz desesperada pido que no lo regresen Haití. “Allá solo regreso muerto”.
Jean salió junto con su familia hace tres meses. Ellos tienen 27 años y dos hijos de 9 y 7 años.
Dice que trae documentos que le fueron en Tapachula para poder estar en el país, mientras Estados Unidos define si los procesa o no para darles asilo migratorio. Pero por lo vivido por otros paisanos, no confían en las autoridades de México.
Jean cuestiona porque si les vienen ‘ayudar’, “Llegan al alba sin avisar policías municipales, guardia nacional y militares”.
Dice que él llegó acá como muchísimas personas, “No por la voluntad, yo mismo no tenía idea de estar acá el día de hoy, porque los dos hijos y la esposa tenemos la misma meta. El pueblo de Tapachula ya no quería nuestra presencia. Yo nada más les digo una cosa. El mismo gobierno nos permitió llegar hasta acá”.
Explicó que en Tapachula permitieron la salida de todos los haitianos por tres días para evacuar la ciudad y que hoy les digan a muchos kilómetros qué hay que regresar, simplemente no tiene sentido. “Por favor comprendan, allá yo solo regreso muerto”.
“Nosotros queremos que todo el mundo salga de esa incertidumbre, si es una deportación mexicana que se ponga en claro. Por favor no oscurezcan esta situación”.
Pidieron se instale una oficina ambulante para evitar la incertidumbre. “Yo estoy dispuesto andar con la ley. Nosotros un día anterior dimos todos nuestros datos. Qué sabemos hacer. Nosotros creemos que todo esto es una trampa, nos están engañando”.
