Monclova. La noticia de la quiebra oficial de Altos Hornos de México (AHMSA) ha dejado un rastro de incertidumbre y sentimientos encontrados en Monclova. Para los obreros y el sindicato representa un desafío que no puede ignorarse. "Es una situación triste, pero vamos a pelear por lo justo", expresó Ismael Leija, líder sindical, quien enfatizó el compromiso de proteger los derechos de cada trabajador.
La esperanza es que se les pague conforme al contrato colectivo de trabajo y que la historia de esta empresa se mantenga en alto.
En una reunión urgente celebrada en la Sección 147, cerca de 40 trabajadores se congregaron para discutir acciones conjuntas que les permitan enfrentar la quiebra. La tarde del jueves, la atmósfera estaba cargada de determinación. "No nos vamos a dejar", declaró Jesús Marines, uno de los organizadores del grupo, quien señaló que los obreros están dispuestos a exigir cada peso que se les adeuda, incluyendo salarios atrasados y prestaciones pendientes. Marines explicó que los trabajadores exigen no solo el pago por los meses recientes, sino el equivalente a un año completo de trabajo.
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Por su parte, los acreedores tampoco han mostrado intención de rendirse. Héctor Garza, abogado que representa a 30 de ellos, explicó que su grupo buscará "hasta el último centavo" de los 150 millones de pesos que AHMSA les adeuda. Para él, la quiebra es un avance en el proceso, pero reconoció la necesidad de que la región tenga "certeza jurídica y económica". Garza destacó que Monclova atraviesa momentos difíciles y que la pérdida de empleos ha llevado a muchas familias a abandonar la ciudad.
Con la quiebra de AHMSA, el impacto social en Monclova no se hizo esperar. "La gente se está yendo", lamentó Garza, quien sostiene que en medio de esta situación adversa, su despacho seguirá firme para garantizar los derechos de sus representados. "La ley es clara: si no se logra pagar a los acreedores en este proceso, estos pueden recurrir a otras vías para recuperar lo que se les debe", puntualizó.
Para los obreros, AHMSA no solo es un lugar de trabajo, sino parte de su vida. "Es una familia, una comunidad", expresó Leija Escalante con nostalgia. Aunque aceptó que la quiebra era previsible, también reconoció el dolor que deja esta noticia. Sin embargo, hay un ímpetu en el sindicato y en los trabajadores para continuar la lucha, pues muchos sienten que aún queda un último esfuerzo por hacer.
La noticia de la quiebra ha puesto de manifiesto la compleja situación económica de Monclova. Según el sindicato, los trabajadores esperan un trato justo y el pago íntegro de lo que les corresponde. En palabras de Marines: "No vamos a dejar que nos ignoren". Con ese compromiso, los obreros de AHMSA se mantienen firmes en su exigencia de justicia y respeto a sus derechos laborales.