Torreón, Coahuila.- Mencionar el nombre de Juan Carlos Esparza en la comarca lagunera, es sinónimo de trova y música de autor, un prestigio que se ha ganado por más de 30 años en múltiples foros de nuestro país, compartiendo escenario al lado de grandes monstruos como Fernando Delgadillo, Alejandro Filio, Miguel Luna entre otros. Siempre llevando a cuestas en el andar musical, el promover la canción de autor, la canción independiente.
Últimamente ha tomado una vertiente diferente, porque la vida misma así se lo ha exigido, que es ser activista de los derechos humanos, en la cuestión de derechos familiares de niños, niñas y adolescentes, compaginando esa nueva faceta hace algunos años y también la de ser estudiante de derecho. Todo eso con un fin, con un objetivo claro, el poder ver a su hija. Un derecho que se la ha negado, que dice él, "es el derecho de mi hija que pueda convivir con su padre".
Antes de continuar inhala y dice, "han sido cuatro años que se me ha negado tener una sana convivencia con mi hija, una batalla feroz y complicada, que decidí hacerla pública por tanto hartazgo e ineptitud de algunas autoridades. He sido criticado, fuertemente criticado, y de igual manera alentado a no dejarme vencer y hacer todo lo que esté en mis manos para poder estar con mi hija. Desgraciadamente existe este fenómeno que tristemente se da cuando existe una ruptura de pareja por diversas circunstancias, que los hijos se convierten en monedas de cambio en muchas ocasiones y que son el estira y afloja, y todo se convierte en el síndrome de Alienación Parental".
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Dijo Juan Carlos, "de esas pocas veces que tuve la oportunidad de convivir con mi hija, ella me dijo que participara en La Voz México, y lo hice en el 2016, no fui seleccionado pero en cada prueba, realizaba un video y le enviaba el mensaje a mi hija, Mía, porque su madre al tener la custodia no me permitía verla, y era el único modo de que me viera, llegué a las audiciones finales que se transmitieron a nivel nacional y transmití mi mensaje, que era decirle que la amo mucho y que seguiría luchando por ella".
Estudiará la carrera de Derecho para fortalecer todas sus estrategias y seguir ganado terreno para poder ver a su hija, un Día del Padre muy amargo, donde se mezclan todos los sentimientos e impotencia, agrega Juan Carlos, "además de que al día siguiente es mi cumpleaños. Todo se conjuga para que una vez más, sea un año en el cual, el nombre de su padre o su figura paterna, se convierta solo en una sombra, completamente manipulable por mi ex pareja".
No se le tiene que negar el derecho a mi hija, de convivir con su padre
Juan Carlos Esparza