Allá por la década de 1940, una serie de noticias inundaron y aterrorizaron a los duranguenses. Diversos testimonios aseguraban que las brujas estaban en la región y realizaban trabajos a los ciudadanos, mismos que acudían a las autoridades para denunciar estos casos. Te contamos la historia de las brujas de Durango.
Si bien los testimonios pueden ser más antiguos, se tiene constancia por notas periodistas desde el enero de 1942. En aquel año, las autoridades confirmaron la aprehensión de la señora Josefina quien estaba acusada de proporcionar hierbajos a varios vecinos, con el fin de ‘castigarlas’ por mal de amores.
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Trascendió que una de las ‘víctimas’, la señora Crescencia Núñez, estaba hospitalizada por una aguda parálisis que se asegura entre las afectadas por la bruja en el poblado de Luján.
En el lugar donde se aprehendió a la mujer se recogieron varios ‘monos cruzados’ con alfileres de distintos colores y los nombres de las ‘víctimas’ en la espalda.
De igual manera en la calle matamoros de Ciudad Lerdo, decenas de mujeres de todas las clases sociales acudían para escuchar los sermones de una supuesta sacerdotisa que realizaba rituales con tierra de panteón. Reporteros de la época intentaron dar con más información, pero esta se manejaba con secretismo entre las adeptas.
Las hermanas Romero denuncian por ‘embrujar a mi prometido’
Fue durante el año 1942 que la policía de Gómez Palacio recibió la denuncia de un par de hermanas, María y Juana del Rosario Romero en contra de Zenaida Olivares y la señora María de los Santos Salinas por su supuesta responsabilidad en que las hermanas tuvieran ‘obstáculos casi irreparables a sus próximos matrimonios’.
Según la denuncia, tanto Zenaida como Santos enviaban a los padres de sus respectivas parejas cartas que anunciaban las hermanas Romero tenían embrujados a sus hijos, a los cuales les habrían dado polvos en las comidas para ‘hacerlos a su ley’.
Temeraria o cierta la acusación, el jefe de la policía designo a dos de sus agentes para que realizaran una investigación, confrontando las cartas y otros papeles firmados por Zenaida y María de los Santos, con el fin de ver si procedía la consignación al Agente del Ministerio Público.
“Mi familia es acosada por una bruja” reporta una mujer en 1949
A finales de la década de los cuarenta, una mujer, identificada como Margarita Reyes, se presentó en la Agencia del Ministerio Público de Gómez Palacio para denunciar a una ‘banda de brujas y hechiceras” por los trastornos mentales que sufría su hijo Cástulo Álvarez.
Estos son algunos de los reportes que se llegaron a hacer sobre supuestas brujas ‘trabajando’ en La Laguna de Durango. ¿Conoces algún otro caso de brujería? Cuéntanos.