La aparición de los duendes en la Jabonera La Esperanza (Fraccionamiento El Bosque) es una leyenda urbana que también alcanzó a los moradores de la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio, quienes despavoridos en aquel entonces, huían para meterse temblando a sus casas, prometiendo a sus familias ya no trasnochar más.
"Los enanitos de la Jabonera", así solían llamarlos quienes se los encontraban en su camino.
Se trataba (aunque dicen que aún rondan por esos sectores) de pequeños seres de figura humana cometiendo toda clase de fechorías o en ocasiones travesuras, dando gritos a la vez para asustar a los transeúntes por las noches o a las amas de casa a quienes les escondían los trastos, aunque también para causar pavor, "pelaban" los dientes, dicen los antiguos habitantes de estos lugares.
Te recomendamos: La leyenda de la monja en la Catedral de Durango ¡Abre bien los ojos! Así la puedes encontrar
Este tipo de seres fantásticos quienes de alguna manera se les liga con la sociedad, son también llamados gnomos y salen después de las 12 de la noche.
Hay quienes los identifican con seres demoníacos, mientras que otros aseguran que son ángeles rebeldes expulsados del paraíso.
Quizá sea la imaginación de algunos, entre los que me cuento, aunque otros dicen que son supersticiones o bien algo arraigado a nuestro folklore tradicional, pero...
Así comienza la historia de los duendes de la Jabonera
Quien esto escribe no concibe aún lo que vio una noche de verano en la esquina de las calles Cuauhtémoc y Zaragoza de la popular colonia Santa Rosa en compañía de Luis Galindo Olalde (hermano del Choque Galindo, futbolista del Santos-Laguna) avecindado el primero en Las Vegas, EU.
Anteriormente habíamos escuchado este tipo de leyendas y apariciones pero no las tomábamos en cuenta, eran para nosotros patrañas, pues a nuestros 16 años, nada solía asustarnos aunque fueran después de las 12 de la noche.
Pero luego, lo fuimos asimilando, porque otros dos grandes amigos también los vieron, pero ellos de frente, porque lo que nosotros observamos asemejaba un gato moviendo sus extremidades inferiores como meciéndose sentado en el pretil de una ventana.
Veíamos en los años 70's, (si la mente no me falla), la novela "Hermanos Coraje", una producción México-Peruana, la cual tuvo un éxito rotundo.
Les cuento: era un viernes porque pretendíamos ir a un baile casero. En la esquina de Cuauhtémoc y Zaragoza vivía una señora que amablemente nos abría la ventana para observar la novela, incluso nos regalaba refrescos los que poníamos en el pretil.
También podría interesarte: ¿Quién fue 'La Cubana'? La mujer que se aparece en La Laguna
Pasada una hora, quien nos brindaba su amistad se despidió cerrando las puertas para cenar (21 horas). ¿Qué hacemos? preguntó Luis. Vámonos a la otra esquina le dije.
Al filo de las 12 de la noche, decidimos comprar cerveza para llevarlas a la fiesta a la que nos habían invitado (baile casero), a seis casas de distancia, una vecindad, donde la buena anfitriona se llama Olivia y a quien perdimos la huella.
Apenas íbamos a dar la vuelta, cuando de pronto vimos una diminuta figura corriendo saliendo del Fraccionamiento "El Bosque" para después subirse a la ventana precisa donde hacía tres horas habíamos estado viendo la novela aún en blanco y negro. Brincó, se sentó y comenzó a mover sus pies volteando para todas partes.
-¡Viste!... contesté sí, ¿qué es? No sé. Vamos. Y fuimos, porque nos contaron que la manera más eficaz para alejarlos era yendo a ellos.
Le dimos un trago a la caguama para agarrar valentía y encararlo, u al menos para saber de qué se trataba, sin embargo, en un cerrar de ojos, saltó y comenzó a correr en dos extremidades con una velocidad increíble para esconderse en un rincón de una casa, aunque Luis dijo que se había subido a un árbol.
"Era un pinche enano. No mames, vámonos", me dijo. Lo seguí con un nudo en la garganta y no salimos de casa hasta el otro día.
Hasta la fecha, tanto a Luis como a su servidor nos queda la duda luego de más de 40 años, ¿gato o duende?
Ni rezos ni misas para olvidar necesitamos o bien para alejarlos, porque después coincidimos, que de ninguna manera era una alma en pena, sino quizá un duende porque no nos pidió nada a cambio, solo buscó hacer su travesura para después salir corriendo, insisto, la duda aún perdura.
La historia de los duendes de la Jabonera de Felipillo
Quizá este fenómeno no ha sido tan estudiado aquí como en España y otros países, porque resultaría ser sólo imaginación, pero quienes los han visto, los describen como hombrecillos vestidos de negro, pequeños, de ojos brillantes y vivarachos, con una sonrisa burlona o de malicia.
Es por eso que la historia de Felipe Ávila Alcocer (qepd), contada hace cuatro décadas, quizá suene más verídica por qué tuvo a un enanito de frente, siendo testigo en ese entonces su novia (de la cual me reservo su nombre por estar casada).
Felipillo o "Pillo" en aquel entonces bajista del grupo musical "Buitre" se dispuso a pasear a su novia en su recién estrenada bicicleta balona con una parrilla acondicionada atrás.
Decidieron ir a la Jabonera a tomar aire para llegar luego al "árbol de los enamorados" ubicado en donde solían ir muchas parejas, pero esta vez, con tan mala suerte, que "Pillo" en los momentos que se disponía a "checar", se topó con un duende el cual le enseñó los dientes para después meterse al hueco del mismo árbol y no salir más, solo ruido como de un serrucho se escuchaba.
¿Y luego qué pasó?
Ambos llegaron pálidos sin poder articular palabra para retirarse luego a sus casas.
Antes, la "raza" le preguntó infinidad de veces, ¿es cierto lo que vieron?... "si era un duende con ojos brillantes".
¿Qué les dijo?
-Nada, solo rechinó los dientes y corrió estaba feo el guey y se metió al hueco del árbol. Luego "Pillo" se fumó un cigarro para después tembloroso retirarse. La experiencia nunca la olvidó, asegurando tras las preguntas, que todo fue verídico y que incluso, "sueño la mirada y la sonrisa diabólica de ese maldito enano".
Felipe después emigró a Houston en donde vivió muchos años para fallecer en el 2021, incluso cuando platicábamos telefónicamente en son sarcástico me decía me saludas al enano.
Los duendes de la Jabonera estaban detrás de él
El relato de Jesús Vizcarra Sánchez de oficio yesero, transmite una historia con determinadas características, la que también se originó tres décadas atrás, y la cual narra una aparición de estas criaturas propias de la mitología mexicana.
En lo particular, dijo ver una persona de menos de un metro de estatura caminando por la noche frente a las vías del ferrocarril (Vergel y Juárez).
"Pareciera tener los pies al revés, con un cuerpo deforme, con un rostro de anciano, aunque vertía gruñidos infantiles y chillones", dijo en esa ocasión.
Esa vez, había un baile precisamente en lo que fue la casa de la hoy presidenta municipal Anabelle Gutiérrez Ibarra (aún vive ahí su mamá María, de oficio también enfermera).
Jesús decidió ir a fumar un cigarrillo sentándose en una vía. Hacía calor, - aseguró-, por lo que salió de la casa para caminar no menos de 70 metros y observar desde ahí el desarrollo del baile.
Diez minutos más tarde, vio caminar a alguien a distancia, "¿un niño?", se preguntó, pero después de meditar se preguntó nuevamente, "¿pero de noche?", eran las 12: 25 de un sábado.
Dijo preferir no tomarle importancia para seguir fumando, pero ¡oh sorpresa!, ahí estaba el duende atrás de él. Le tocó el hombro e hizo un brutal chillido para después salir corriendo no sin antes voltear a verlo con ojos luminosos y rasgados, para finalmente perderse entre los vagones del ferrocarril ahí estacionados.
Por supuesto que a Jesús le temblaban las manos, para después despedirse de la "banda" como solía llamarnos, mientras que los demás invitados se acompañaron uno al otro para llegar a sus casas.
¿Mito o realidad?, pero lo cierto es que en el Fraccionamiento "El Bosque", existe una residencia, ubicada en... donde en el porche guarda aún algunas figuras de porcelana en honor a los duendes, pues dicen muchos, que en los 60's a diario deambulaban por las distintas calles y metiéndose entre árboles y maleza.
¿Usted qué opina?
