Son más de 30 años de tradición los que tiene la fayuca de Francisco I. Madero o Chávez, como la mayoría lo conocen; los locatarios han heredado esos puestos de generación en generación y trabajando toda una vida bajo las vías del tren.
En ese lugar han crecido muchos, sus padres y abuelos iniciaron vendiendo todo tipo de artículos en los diferentes puestos; ahí encuentras aparatos electrónicos, eléctricos, ropa, zapatos, tenis, aparatos ortopédicos, artículos para el hogar, para bebé y una gran variedad.
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En un tiempo, las autoridades municipales trataron de reubicarlos por su seguridad, debido a que se registraban accidentes en las vías del ferrocarril; los comerciantes nunca estuvieron de acuerdo y se negaron rotundamente a ser enviados a otro lugar, este lugar es tradición en el municipio e incluso de otros lugares acuden a comprar.
“Nos lo propusieron, pero no, no nos conviene; nos querían llevar allá para la salida en un crucero, pero está muy lejos y nomás lo que quieren es sacar dinero porque por seguridad no creo, si en peligro podemos estar aquí y allá también”, comentó Dora Martínez, esposa de don amador, uno de los líderes fayuqueros de Madero.
Ni por seguridad, ni por nada se moverán
Para ellos, las vías no representan un peligro, han pasado décadas en este lugar y los accidentes no son frecuentes, han sido pocas las veces que ocurren incidentes en esta área y no consideran necesario irse para estar seguros.
“Si hace un tiempo chocó ahí una camioneta y cayó en unos puestos, pero no es algo que sea frecuente o normalmente pase, como esa calle es de un solo sentido y viene para acá, no nos afecta, solo a unos que están en la mera orilla y no se alcanzan a ver las vías, pero se pudieran cambiar solos esos sin problema”.
“La gente sabe que aquí estamos e irnos sería como volver a empezar, desde llevar a la clientela porque mucha gente viene al mandado o a algo aquí al centro y se vienen para acá; si aun así hay muy poca gente, tenemos bien solo, el fin de semana viene más gente, pero no hay tanta normalmente”.
Además, destacó que no les ofrecían nada más que moverse de este espacio, no había beneficio alguno para ellos, por el contrario, estar en otro lugar es un riesgo de perder clientes; aquí ya la gente los conoce y llegan directamente, es un lugar más céntrico y, sobre todo, está muy cerca del centro y del mercado, por lo que la gente que acude a estos lugares, aprovecha para darse la vuelta.
La tradición se ha heredado por generaciones
Según los mismos comerciantes, son más de 100 puestos los que se instalan en esta parte de las vías y la mayoría de los comerciantes son habitantes de Francisco I. Madero; pocas veces viene gente de otros lugares a vender, pero sí acuden muchos foráneos a comprar.
“Antes estaba allá del otro lado de las vías, por arriba, donde está la calle que antes estaba cerrada y ahí nos poníamos, pero la abrieron y no reubicaron aquí, pero de eso ya tenemos muchos años, más de 20, es más, yo creo que en realidad son más de 30, porque mi hijo tiene 36 y estaba muy chiquito”, dijo Lorena.
Ella es locataria y asegura que siempre acude gente desde Torreón, San Pedro, Tlahualilo y otras comunidades rurales de esos municipios; la mayoría se instalan diario a pesar de tener poca clientela entre semana.
“El lugar al que nos querían mandar estaba muy chiquito y muy retirado, de por sí las ventas no están bien, han bajado; a veces están bien, pero en estos tiempos no y aquí como ya los demás compañeros lo han dicho, la gente que anda en el centro se pasa a los puestos”.
Para ellos es importante no sólo conservar sus clientes, sino el lugar que han ocupado durante tantos años; este mercado es tradición de Madero y de todas las comunidades aledañas. Los fayuqueros de Chávez son como mejor los conocen y pretenden seguir aquí durante muchos años más.
“Son ya muchos años, estos puestos eran de mi suegra y mi suegro, yo le seguí, pero muchos los van dejando a sus hijos y se va siguiendo la tradición de vender en este lugar y queremos conservarla por muchas generaciones más”.