Viesca, Coahuila.- Lo que solía ser un balneario que se alimentaba de los manantiales naturales que eran de los más visitados por gente de toda La Laguna, ya sea en ferrocarril, luego en autobús, hasta dar paso a la carretera en 1952 que se inauguró el tramo de Viesca a Zapata, se extinguió en 1954 para dar paso a la construcción de las primeras albercas en los años 1957-1959 a un costado de lo que era el manantial.

Ya alimentadas con un pozo profundo del cual se extraía al agua prácticamente a flor de tierra, sirvió para llenar la primera alberca que años después quedaría en desuso tras agrietarse, hasta que en 1994 durante la administración del entonces alcalde German García Rey, se le dio forma a lo que hoy todos conocemos como el Parque Recreativo “Juan Guerra”, dijo el cronista de la ciudad, Manuel de Jesús Lastra López.

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Ese mismo año (1994), los trabajos consistieron en la construcción de palapas, restaurante, un estanque con peces, una concha acústica o teatro al aire libre, la construcción de los baños y rehabilitación de dos piscinas, todo esto con una inversión de casi 10 millones de pesos.

Más tarde, con la presencia del entonces gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez, se dio paso a la segunda etapa de las obras con una inversión de 7 millones de pesos que se aplicarían en la construcción de un corredor gastronómico y artesanal, donde se instalarían 70 negocios que ofrecerían a los turistas comidas típicas, entre otras mercancías características del municipio, así como una cascada y un mirador, mismos que continúan trabajando.

Al poniente de la calle Hidalgo hay una vía diagonal muy arbolada que sigue el trazo de una antigua acequia. Y es que el agua corría –o, como dicen por acá, “rodaba”– en medio del pueblo hasta el centro, nos narra el cronista Lastra López.

El agua procedía de lo que ahora es el Parque Recreativo Juan Guerra, unos tres kilómetros al suroeste de la Plaza de Armas, donde entonces nacían los famosos manantiales ya extintos.

Ahí nacía el venero generoso que dio origen a Viesca. Su caudal ha disminuido o ha desaparecido por completo en estos tiempos modernos, pero sigue dando agua, solo que ahora hay que ir por ella hasta el subsuelo para seguir dándole vida a este hoy por hoy considerado el balneario de los viesquenses, el parque “Juan Guerra”.

En temporada de calor, este balneario es un imán para la gente que busca un poco de frescura. Alrededor de este hay cobertizos y juegos infantiles. Además, una frondosa línea de árboles da sombra a mesas y bancas para las familias que quieren hacer un día de campo.

Con la llegada de la nueva administración que encabeza el ingeniero Hilario Escobedo de la Paz se han echado a cuestas un nuevo reto, que es el rescatar y volver a la vida al parque y recreativo “Juan Guerra”, para ello, el proyecto es claro, lograr perforar una nueva fuente de abastecimiento de agua potable y a la par rehabilitar por completo el área de albercas que al paso de los años se fue deteriorando, no es fácil, se requiere de una inversión importante, pero ya se trabaja para ello, lo ha reiterado así, el edil viesquense.