Madero vivió en San Pedro buena parte de su vida

Ahí escribió parte del libro ‘La Sucesión Presidencial’

Por: Marcela Delgado González

  · lunes 5 de agosto de 2019

Francisco I Madero vivió en San Pedro, frente a la Plaza. / Foto: Marcela Delgado

San Pedro, Coahuila. - En una finca que media un cuarto de manzana, llegó a vivir a San Pedro Francisco I Madero y la señora Sara Pérez, quienes dejaron un gran ejemplo de trabajo y armonía con la gente del municipio.

Luis Martín Tavarez Gutiérrez, cronista del municipio de San Pedro de las Colonias refirió que esta finca guarda una historia muy rica, pues ahí se escribió el libro “La Sucesión Presidencial”.

Llegó a vivir a la finca en 1898, don Francisco compró varios predios, pero en esa esquina empieza hacer su finca y en los otros comienza a instalar la Compañía Agrícola Madero.

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En menos de un cuarto de manzana los Madero establecen su domicilio conyugal.

“De la casa no queda nada, tal vez solo un muro”, dice el cronista al tiempo que señala, “Todo se ha ido rehaciendo, pero esta casa es considerada como Patrimonio histórico y arquitectónico, aquí se piensa escribió parte del libro ‘La Sucesión Presidencial´, porque él viajaba mucho, constantemente va a Monterrey, a San Antonio, Torreón a México. Y viaja al agostadero de Australia, que está como a 120 kilómetros del municipio, donde ellos se dedicaban a la explotación de guayule y la candelilla, tenían una diversificación económica muy grande, en ésta ciudad, aparte de la Compañía Agrícola tenían un banco que estaba ubicado frente a la presidencia municipal, donde ahora está una paleteria”.

“Don Panchito salía caminando de su casa, cruzaba la plaza y luego se iba al Banco Madero. Se dice que desde las 5:30 de la mañana se iba a recorrer los ranchos, iba a Menfis, a Candelaria y luego regresaba almorzar, para después ir al banco y ahí despachaba”.

Francisco I Madero llega a San Pedro en octubre de 1893, antes de cumplir los 20 años, “Pero no es la primera casa donde vive Madero. En ese tiempo tenían una propiedad en la Avenida Juárez entre Viesca y Leona Vicario, enseguida de donde ahora hay una papelería muy conocida”.

“Luego se cambia a esta parte y aquí va a tener su domicilio legal hasta que muere.

Mucha gente dice que nada más vino, escribió el libro y se fue. Pero no es así, fue parte de la sociedad sampetrina, aquí a fuera de la casa en las tardes el salía a revisarle las tareas a los niños y si estaba bien o mal les regalaba un centavo”.

“También aquí daba consultas homeopáticas, él era médico homeópata. A tres cuadras de la casa funda la primera Escuela Comercial San Pedro. Él trae al profesor Gabriel Calzada de Parras de la Fuente a dar clases en esa escuela”.

También trae maestros de inglés, pues e preocupaba mucho por la educación dentro del capitalismo salvaje que se ejercía en ese tiempo. “La hacienda Madero era la menos cruel.

Yo les digo que en Torreón hay un museo precioso, el Arocena”.

“Pues los Arocena eran dueños de la Compañía Agrícola de Santa Teresa y grandes productores de algodón, pero lo que no dicen, es que en las Haciendas de Santa Teresa estaban los peones hacinados, vivían la peor explotación”.

“Los Arocena no les pagaban a sus peones con dinero o moneda corriente, ellos acuñaban sus propias monedas. Les llamaban peones acasillados porque a un lado del casco de la hacienda había bola de casuchas y ahí vivían haciandos. Si los peones morían, las deudas se heredaban a sus hijos. Era el más salvajes de los capitalismos, esa fue una de las causas de la Revolución, una lucha en contra de la injusticia”.

Regresando con Madero, en este predio va a llevar a cabo en esta casa la cuna de la conspiración de la revolución mexicana, porque ahí estuvo Carranza, los dirigentes de los Clubes Reyistas que se empezaron a unir a Madero. “Aquí y en Torreón se reúnen”.

“Aquí se escribe le libro la ‘La Sucesión Presidencial´, ayudado por una pequeña que se llamó Soledad González, personaje fascinante. Hija de la señora que lavaba la ropa de parte del Servicio de don Francisco I Madero.

Sarita y don Francisco nunca tuvieron hijos, pero ellos adoptaban a los niños. “Cholita muy chiquita era muy inteligente, a los 9 años hablaba inglés y francés y sabía escribir a máquina”.

Don Francisco escribía a mano el borrador, Cholita lo transcribía y luego se lo llevaba a don Serafin Alvarado, dueño de la imprenta. Originario de Zacatecas y avecindado en San Pedro, era parte del partido porfirista de los releccionistas, pero negocios se cuecen aparte.

“Lo revisaba don José Ángel Benavides, asesor y tío de Francisco I Madero. Ya lo llevaban corregido con don Serafin. Es así como en diciembre de 1908, en 1909 se difunde a nivel nacional”.

En 1910 cuando es candidato a la presidencia de la República él no quería ser el candidato; inaugura la convención nacional, les pide que elijan al candidato y se sale, “No se ponen de acuerdo y sale Vázquez Gómez y le pide que sea el candidato del movimiento”.

“Cuando lo registran como candidato, dice que vive en la Calle Miguel Hidalgo no 1, esquina con calle Manuel Iglesias hoy calle Madero”.

En 1911 cuando es candidato por segunda vez vuelve a dar este domicilio. Da uno más en la ciudad de México para recibir notificaciones, pero el aclara que vive en San Pedro. La última vez que está en la ciudad fue el 26 de octubre de 1911.

“Esa vez da un discurso al pueblo de San Pedro por todo el apoyo que le dieron porque aquí conoció lo peor y lo mejor del pueblo mexicano, conoció el espíritu libertario y dice que Parras es su pueblo natal, San Pedro es su pueblo adoptivo, porque aquí en San Pedro fue donde empezó su movimiento, por eso decimos que somos la Cuna de la Revolución porque Madero lo dijo”.

Madero se va y ya no vuelve y pasa todo lo que va a suceder. La casa sigue siendo propiedad de los Madero, en los años 20’s, en 1924 pasa a ser propiedad del general Emilio Madero, hermano de don Francisco; en 1926 se lo vuelve a vender a los Gámez, a la señora Rosa María Espinoza de Gámez y ella a su vez, en 1929 se lo vende a la Asociación Civil del Casino de San Pedro.

En 1977, José López Portillo inaugura la casa como recinto cultural con un mural que hizo Miguel Ángel Orozco / Foto: Marcela Delgado

Esta casa en los planos originales muestra que tenía un estilo español. Cuartos alrededor y patio al centro y se conserva eso. Ahí se hacían las grandes bailes y reuniones. Y en la sala de exposición era la cantina.

REMODELACION

En 1936 cuando llega don Lázaro Cárdenas en 1936 para hacer el reparto agrario, a él le dicen que donde va a despachar, le dicen que, si en la presidencia y dice que no, que quiere la casa de Madero, no obstante que le dicen que ya es un casino.

Instala sus oficinas, pero pernocta en la casa del Jefe de la Plaza Militar que en 1936 era Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa en 1968 con Díaz Ordaz.

Todas las mañanas como no había agua corriente ni potable se iba a bañar a unos baños públicos frente a la estación, propiedad de la familia Cerda.

Dura un mes, hasta el 9 de diciembre despachando, emitiendo resoluciones agrícolas.

“Es una finca con mucha historia, y como toda casa con vestigio antiguo también tiene sus leyendas, hay versiones que dicen que ven sombras, pasos… detrás de los camerinos, se dice que tenía un cuarto hecho de pura madera, sin clavos, todo ensamblado, pues ahí se hacían sesiones espiritistas”.

Pasan los años y en 1970 le piden Echeverría se rescate la casa de Madero porque ya era una cantina, donde se juntaba lo peor de San Pedro.

José López Portillo en 1974 le da seguimiento cuando anda haciendo campaña y es el gobernador Oscar Flores Tapia se decide y hace una permuta con la Asociación Civil del casino San Pedro para construir el nuevo casino en las calles Juárez y Viesca y restaurarlo para convertirlo en casa de la cultura.

“En 1977, viene López Portillo y lo inaugura con un mural que hizo Miguel Ángel Orozco, donde narra los tres momentos de la revolución, el movimiento maderista; luego el triunfo maderista y la marcha de la lealtad, ahí se incluyó a personajes; y la constitucionalista Raúl Madero y Venustiano Carranza. Es sin duda el mural, uno de los últimos vestigios del muralismo”.

Actualmente el recinto funciona como auditorio, grupos de baile, reuniones políticas, capacitación del ayuntamiento.