Gómez Palacio, Durango.- Desde la masacre en la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, donde murieron 19 alumnos y 2 maestras, en Gómez Palacio se prendieron los focos rojos, al grado de que hubo algunas asociaciones de padres de familia pensaron en contratar agentes de seguridad para el resguardo de los centros educativos.
Al respecto, el subsecretario de educación en la región Laguna de Durango, Cuitláhuac Valdés Gutiérrez, dijo que es obvio que hubo alarma entre algunos padres de familia tras conocer esta fatídica noticia, "sin embargo, se reactivaron protocolos y medidas de seguridad para estar al pendiente ante cualquier actitud negativa, además de que a los maestros se les dieron las herramientas necesarias para poder detectar cambios en el comportamiento entre los estudiantes".
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Dijo que ese tipo de balacera generó pavor y por ello todos se sumaron para estar a la expectativa y evitar algo similar.
"Aquí no llegamos a estos extremos, pero no obsta para que los maestros estén alerta, porque también hay que detectar el bullying, prevenir suicidios y la violencia que se da entre familias disfuncionales que al final de cuentas afecta a los escolapios".
DETECCIÓN DE COMPORTAMIENTOS ANORMALES EN ESTUDIANTES
Cada maestro debe detectar a los alumnos que utilicen expresiones groseras o bien deben describir a un estudiante agresivo, violento, rudo y difícil de aceptarse a sí mismo.
Precisó además Valdés Gutiérrez que al mismo tiempo se deberá evaluar y escuchar al niño o niña agresivos o con problemas de ira, en síntesis, tratar de desencadenar su comportamiento.
"Debemos y tenemos la obligación de utilizar un lenguaje apropiado y ayudarlos a canalizar su agresividad en el deporte o en otro tipo de actividades", subrayó el funcionario estatal.
"Luego de que le ayudemos a contrarrestar su agresividad y de acuerdo con resultados, llevarlos a que sean un objeto de un tratamiento psicológico o bien para que asista a una terapia temporal para observar el porqué de sus desajustes personales".
Expresó que es importante en algunos casos determinar la sintomatología depresiva, el estrés o soledad que pudiese existir en algún alumno y observar el porqué de la baja de sus calificaciones, para finalmente buscar elevar su autoestima, es decir, detectar los factores de riesgo que pudieran existir contra sus compañeros.
Finalmente, comentó Cuitláhuac Valdés, hasta el momento no se ha detectado nada anormal en los alumnos tanto de secundaria como de preparatoria, sin hacer a un lado a los de primaria.