Torreón, Coahuila.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, divulgó como uno de los muchos casos de éxito que se logra documentar en la atención especializada que se brinda a los enfermos de Covid-19 con complicaciones graves, el de un médico que logró sobrevivir después de que permaneció 11 días intubado y un mes hospitalizado.
Se trata de Roberto Longinos, quien fue atendido justo en el nosocomio del que fue director durante 10 años, el Hospital General de Zona (HGZ) Número 11 de Piedras Negras, donde pudo salir adelante a pesar de las graves complicaciones que presentó y lo mantuvieron en estado crítico, entre estas dos paros cardiorrespiratorios y la ruptura de una bulla pulmonar o bolsa de aire.
De acuerdo con lo informado por la institución, contra todo pronóstico el paciente venció al coronavirus, para egresar de su internamiento con 28 kilos menos y con una nueva perspectiva de la vida, y es que a pesar de que aún tiene graves secuelas físicas, continúa su trabajo al frente de la subdelegación del IMSS en Piedras Negras.
Sobre este caso, el especialista en medicina crítica y terapia intensiva, José Iván Rodríguez de Molina Serrano, explicó que el paciente ingresó al HGZ 11 la madrugada del 25 de enero. Los estudios de tomografía y radiografía que le practicaron evidenciaron un 20 por ciento de afectación en sus pulmones, lo cual confirmó la enfermedad.
Su estado de salud era delicado, por lo que fue canalizado al área Covid-19 y hubo necesidad de intubarlo prácticamente en forma inmediata, y el pronóstico era reservado.
Abundó que uno de los elementos esenciales en la recuperación de Roberto fue la oportunidad en la atención y el hecho de que aceptó la intubación sin ningún titubeo. “Fue un paciente muy comprometido, es una satisfacción verlo de nuevo en su trabajo, recuperado”, dijo.
El doctor Longinos, como es conocido en la comunidad de Piedras Negras, consideró que el esmero, esfuerzo y dedicación del equipo multidisciplinario que lo atendió fue determinante en su recuperación.
Señaló que el 6 de febrero “despertó” y recuerda ese día como uno de los más felices de su vida, al igual que el 24 del mismo mes, fecha de su egreso del hospital en la que considera “volví nacer”. Afirmó que aunque se sentía afortunado y agradecido por sobrevivir a la experiencia, apenas podía reconocerse, salió con atrofia muscular, perdió el 90% de todos los músculos, excepto de los ojos y boca. “Podía hablar y mover la cabeza, del resto no había fuerzas”, dijo.
Durante 10 días acudió a dos sesiones diarias de rehabilitación; tuvo que reaprender a sentarse, andar en silla de ruedas, ponerse de pie y caminar, primero con muletas y ahora con bastón; ocho meses después de su egreso aún continúa en el proceso para recuperar la totalidad de sus capacidades motrices.
Expresó que ahora vive una etapa feliz, de tranquilidad y paz, por lo que reitera el agradecimiento al Seguro Social, sus médicos, especialmente a su esposa y a cada uno de los integrantes de su familia y amigos que siempre estuvieron al pendiente de su salud.