Veinte minutos antes de las seis de la mañana, fuerzas policiales se concentraban en la Plaza Principal de Acuña para esperar una indicación que los llevará al campamento temporal del Parque Braulio Fernández Aguirre.
En punto de las 6:00 de la mañana se dio la indicación y en caravana se dirigieron al Parque, calles más adelante los esperaban unidades de la Guardia Nacional y otras más del Instituto Nacional de Migración.
De manera sorpresiva llegaron al campamento y sorprendieron a todos.
Los migrantes tardaron en reaccionar, pero cuando tuvieron conciencia de que algo pasaba se levantaron y comenzaron a empacar sus cosas.
Una hora después, a las 7:00 de la mañana se dirigieron a la ribera del río todas las brechas que tienen acceso estaban tapadas.
En ningún momento hubo ataques para los migrantes, solo fue de presencia. La indicación es apostarse ahí, no molestar a nadie, nos comentó un guardia cuando le preguntamos qué sentido tenía el dispositivo.
SE DICEN ENGAÑADOS
Pedro es hondureño. Viajó junto con su familia en busca del sueño americano. Dice que aquí llegaron solos y se unieron a la caravana.
A partir de hoy ya no podrá dormir, pues dice tiene miedo de lo que pueda pasar mientras estén aparentemente descansando.
“Nosotros no estamos robando a nadie. Nos engañaron, ayer vinieron y nos enlistaron para disque ayudar a procesarnos, hoy nos damos cuenta que es mentira”.
“NO HAY SOL PARA LOS BLANCOS, NO HAY DIOS PARA LOS BLANCOS”
En la desesperación nos aborda una haitiana que pide llamemos a Derechos Humanos y pide que la entrevistemos, “Hoy mandan a migración en la madrugada. Están jugando con nosotros y también tenemos derechos, somos seres humanos, somos afrodescendientes pero el mismo sol y la misma tierra es para todos”.
“No hay un sol para los blancos, no hay un dios para los blancos. El mismo dios es para todos y los derechos de nosotros los tienen por el piso. Para ellos nosotros no valemos y eso es una falta de respeto”.
“No venimos a hacerle daño a nadie, solo vinimos a ayudar a nuestra familia. Todos los migrantes tenemos familia a la cual ayudar, no vinimos por limosna, queremos trabajar porque estamos acostumbrados a eso. Son una burla, es una falta de respeto decirnos que nos van a ayudar con los trámites y los papeles y a la madrugada mandan a migración. Salen las personas a la calle y las mandan a Guatemala. Eso es una maldad, una injusticia”.
Han transcurrido casi cinco horas y no hay detenidos, ni deportados. Están representantes del Instituto Nacional de Migración, Policía Civil de Coahuila, Policía Municipal ellos por tierra; por aire helicópteros de autoridades mexicanas y americanas.
Por agua, “La Pantanera” y lanchas de la guardia norteamericana. Por el lado de Del Río medio centenar de unidades y agentes pedestres.
No hay lógica, el operativo es más intimidatorio, en el Parque Braulio Fernández hay menos migrantes, pues corrieron al lado americano. Otros se fueron al monte y dejaron abandonadas sus cosas, no quieren regresar a Haití.