Torreón, Coahuila.- Derivado de los efectos por la pandemia del Covid-19, el Centro de Terapias Alternativas y Orientación a la Salud, (CETAOS), el cual está en las instalaciones de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Unidad Laguna, (UAAAN), dejó de atender a poco más de mil personas que acudían de martes a jueves durante dos horas a diferentes sesiones de atención a su salud. Se daban al menos 200 consultas a la semana, hoy están cerradas sus puertas por la situación sanitaria que aún prevalece.
José Luis Reyes Carrillo, maestro investigador de la UAAAN y coordinador de las terapias que se brindan en CETAOS, dio a conocer que debido a que el servicio que brindan es de contacto, es por ello que aún no han regresado a las actividades.
“La verdad dependemos del semáforo del Gobierno del Estado, y que la Universidad en su momento abra la escuela, porque mientras estemos cerrados por la contingencia nosotros también estaremos así en CETAOS, nosotros atendíamos de martes a jueves diariamente entre 60 y 90 personas en dos horas de atención; yo calculo que estamos dejando de atender alrededor de 200 pacientes por semana”.
“En un solo día de apiterapia teníamos más pacientes que las demás terapias de toda la semana, estamos cerrados en el entendido que el semáforo se vuelva a poner en verde para volver atender, sigue siendo un lugar una terapia de contacto, hay que tener mucho cuidado con los pacientes, sobre todo porque es una población mucho muy elevada de riesgo por el tipo de enfermedades que tratamos como lo es la Esclerosis múltiple que son incurables para la ciencia médica y por eso debemos tener mucho más precaución con ellos”.
Dijo que relacionado a las ‘abejitas’, no hay mayor problema, ya que hay suficientes para esperar a que retornen a las actividades, dijo que principalmente ellos son los que más lamentan no poder regresar a la actividad, pero que es mejor sujetarse a las indicaciones de las autoridades porque el Covid aún sigue generando estragos y contagios.
“No podemos arriesgar a los pacientes ni a los terapeutas, debido a que hay maestros que sobrepasan la edad de los 60 años, es un riesgo alto por ser de la población más vulnerable”, indicó.