Saltillo, Coahuila.- El incandescente sol que caía a plomo en la Plaza de las Ciudades Hermanas y una temperatura de alrededor de 28 grados, no fueron pretexto para que de nueva cuenta miles de ciudadanos de Saltillo se manifestaran ahora en contra de las reformas secundarias en materia electoral, llamadas del Plan B, del presidente de la República, aprobada en el Congreso de la Unión, consideradas retrogradas.
Poco a poco, como hormiguitas, fueron llegando hombres y mujeres, ciudadanos todos, por su propia cuenta, sin acarreos, lo hicieron de manera voluntaria, hasta casi llenar la plaza. Llegaron con pancartas y vestidos con playeras blancas, así como rosas para distinguir el movimiento.
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Se pudo distinguir que había gente de todo lo sectores sociales de esta capital, quienes al asistir a esta manifestación, que al igual que aquí se realizó en otras cerca de cien ciudades del país, estamparon su nombre y su firma, mismos que se anexarán a la controversia constitucional que se presentará ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra de estas reformas.
Alejandro Dávila, exrector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), subrayó en el acto, después de que todos los asistente entonaron nuestro Himno Nacional, que “los ciudadanos contamos los votos y los contamos bien”, además de que “nuestros derechos no se mendigan, ni se imploran, se ejercen”.
Apuntó que el INE se ha convertido en una de nuestras instituciones más fuertes que han garantizado la alternancia en del poder en el país y en la presidencia de la república. “Andrés Manuel López Obrador es una muestra viviente de que este Instituto hemos tenido elecciones confiables y ahora lo quiere borrar para regresar esta tarea al Estado”.
Destacó que por ello no entiende por qué el presidente quiere destazar al INE y que sino esta de acuerdo en el sueldo que tienen sus consejeros, lo que esta estipulado en la constitución que deben ganar lo mismo que los ministros de la SCJN, solo tuvo que haber reformado esa parte de nuestra Carta Magna y no ir más allá.
“Si alega que el costo de la democracia es alto, entonces porque derrocha nuestros recursos, porque la cancelación del aeropuerto de Texcoco nos costo a los mexicanos más de 300 mil millones de pesos, que sumados a otros rubros representan 721 mil millones de pesos, lo que representa un financiamiento para el INE 51 años seguidos”.
“Pero también en sus obras insignia, que no benefician en nada al país, se han aplicado 508 mil millones de pesos más de lo presupuestado, con lo que se garantizarían otros 36 años de operación del INE”, aseguró.
Dávila comentó el presidente tiene el síndrome de la ranita que se cuece a fuego lento y que por ello hay tanto brinco estando el suelo tan parejo, al tiempo que lo llamo “cuenta chiles”, porque ahora con su bodorrio de reformas arrojo cascajo a los engranajes constitucionales para sabotearlos.
Afirmó que ahora “el tirano añora la garantía de pago del usurero y el presidente se ha convertido en un aspiracionista embozado y que es un fifí renegado”, además de que con un claro ejemplo de abuso de poder quiere restaurar el autoritarismo en México.