“Siempre he esperado los tiempos, y en ese sentido ahorita no estoy con ninguna aspiración personal y menos con una obsesión”, declaró el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís luego de que se le ha llegado a mencionar como una buena alternativa de su partido para la postulación de candidatos al Senado de la República.
Lo que es un hecho, dijo, es que actualmente no está buscando una oportunidad en ese sentido, y sostuvo que a diferencia de algunos ex gobernadores, en definitiva él jamás abandonaría la militancia en el PRI, y mucho menos aceptaría ser nombrado como embajador o para ocupar algún otro cargo en un gobierno que no sea emanado de este partido político.
Lamentó que haya ex gobernadores, entre estos Omar Fayad de Hidalgo, que luego de abandonar las filas del priismo no dudaron en convertirse en embajadores del actual Gobierno Federal en el extranjero.
“No lo veo correcto porque hay compañeros que dieron toda la batalla en el campo electoral y al final, responsables electoralmente somos los gobernadores, y creo que ellos no lo asumieron así”, comentó. En su opinión, indigna la forma en que el Gobierno Federal, a través de una mañanera, nombraba posibles embajadores.
“Imagínense qué estarán pensando los candidatos del PRI a los que se los llevó el tren en esos estados, y que el gobernador saliente, que fue el responsable político, tenga una embajada. Igual soy enemigo de ese tipo de cosas, siempre lo dije, y no aceptaré ningún cargo en el gobierno de ningún otro partido”, puntualizó.
Cuestionado sobre si existe o no la posibilidad de que su partido lo convoque a postularse como candidato a senador, sostuvo que hasta ahora no ha recibido ningún llamado del PRI con esa intención, en tanto que actualmente su prioridad es cerrar bien y en orden su actual gestión como gobernador.
“Siempre he esperado los tiempos, y siempre he creído que cuando te toca te toca, y en ese sentido ahorita no estoy con ninguna aspiración personal y mucho menos con una obsesión dentro de mi carrera política”.
Agregó que él ha procurado prepararse para asumir la vida de un ex gobernador, consciente de que logró ocupar ya el cargo público de mayor relevancia al que podría haber aspirado, y que de alguna manera implica una especie de tope en una carrera política.
A unos días de dejar el que considera justo el encargo más importante que le dio la vida y la sociedad coahuilense, refiere sentirse más que satisfecho y además con mucha gratitud con la gente.