El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís señaló que dentro de ocho días en que termina su mandato no tiene nada planeado para su futuro inmediato, que lo único que tiene en mente es descansar y estar con su familia, así como atender algunos asuntos personales porque tiene 14 años ininterrumpidos en el servicio público.
En cuanto a la posibilidad de seguir en la política, volvió a reiterar que “ya lo dije que Dios dirá y las circunstancias llegan cuando uno menos se lo espera. Mi único interés es dejar un estado con mucha dirección para que Manolo Jiménez lo guíe a donde desee pero con las mejores condiciones para que lo haga”.
Subrayó que en este momento se prepara para entregar con responsabilidad el estado, que no queden vacíos en el marco legal porque él a las cero horas del último de noviembre termina su gestión y el nuevo gobernador toma posesión por la mañana del primero de diciembre.
“Me siento tranquilo de poder dejar un estado fuerte con mucha consistencia y bien plantado para que Manolo Jiménez arranque con todo en los próximos días y tengan la seguridad que no intervendré para nada en el nuevo Gobierno”, abundó.
Lo recalcó “no voy andar de metiche en lo que nueva administración decida, porque es para mejorar. Todos tenemos un límite y el mío vence al primero de diciembre, hasta ahí topa”.
Asimismo, comentó que este miércoles sostendría reuniones sobre seguridad con el gobernador electo, los mandos del Ejército y la Guardia Nacional, para dejar plenamente establecidos los operativos con motivo de los festejos decembrinos que son muchos.
También estarán en las reuniones los mandos operativos de las corporaciones policiacas estatales y federales porque hay que dejar bien sentadas estas acciones decembrinas donde vienen los pagos de los aguinaldos y los paisanos que pasan por Coahuila.
Esto permitirá que por ninguna causa se interrumpan estos operativos en la parte de seguridad, incluso por motivos económicos, lo cual se dejará completamente asegurado, agregó.