En un nuevo giro en la tragedia de Pasta de Conchos, donde 63 mineros permanecen atrapados desde 2006, familiares de las víctimas han expresado su indignación y tristeza ante la reciente retirada de mobiliario por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Sillas, toldos y letrinas móviles, instalados por los deudos para protegerse del sol y las inclemencias del clima durante las labores de rescate, fueron retirados por personal de CFE, generando un clima de tensión y desconfianza aún mayor.
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Rosa María Mejía Rivera, viuda de Rolando Alcocer, lamentó la falta de sensibilidad por parte de las autoridades, señalando que, "ya no hay nada, se acabó el rescate”, y que solo están sacando agua y escombro.
"No importa si estamos bajo un huizache, pero aquí vamos a estar, observando cada cosa que hagan, porque simplemente no confiamos en nadie hasta que nos den la cara", recalcó Mejía Rivera, expresando la profunda desconfianza que impera entre las familias.
La decisión de CFE de retirar el mobiliario ha agravado la situación, dejando a los familiares expuestos al sol y sin la protección adecuada, mientras siguen esperando respuestas y el rescate de sus seres queridos.
Para empeorar las cosas, algunos familiares han sufrido desmayos y golpes de calor debido a la intensa exposición al sol. Aunque inicialmente eran atendidos por cuadrillas de primeros auxilios de CFE, el día de ayer no recibieron asistencia médica oportuna.
Pasta de Conchos: ¿cómo va el rescate?
A pesar de la tensión y la falta de información clara por parte de las autoridades, se confirmó el hallazgo de restos óseos en la mina. Sin embargo, estos restos corresponden a un solo minero, lo que aumenta la frustración y el dolor de las familias que aún esperan encontrar a sus seres queridos.
Las autoridades habían informado sobre la visualización de al menos tres restos distintos, con la posibilidad de encontrar a 13 de los trabajadores. Sin embargo, estas esperanzas se han desvanecido, dejando más dudas y preguntas sin respuesta.
Las familias de los 63 mineros de Pasta de Conchos exigen transparencia y resultados concretos por parte de las autoridades. La desconfianza y el dolor crecen con cada día que pasa, mientras la incertidumbre sobre el destino de sus seres queridos sigue sin resolverse.
La tragedia de Pasta de Conchos no debe quedar en el olvido. Es necesario que se haga justicia y que se honre la memoria de los 63 mineros que perdieron la vida.