La diputada Esperanza Chapa García, propuso la apertura de las llamadas “casas de suspiro", espacios públicos y privados donde se atienden a personas con discapacidad con cuidados especiales, a donde las familias que cuidan a este tipo de población pueden llevarlos a estar allí algunos o días, incluso por semanas, para que puedan descansar de esa responsabilidad y recuperar energía para seguir con la atención de sus pacientes.
Lo anterior, precisó, se requiere porque los cuidadores también sufren de desgaste físico y emocional, como estrés, ansiedad y depresión, aun con todo el amor que les dedican a sus padres o hijos, según sea el caso.
Destacó que además se requieren centros de cuidado para adultos mayores con problemas cognitivos, que operen en condiciones similares, pues cada vez aumenta el número de personas con deterioro neurológico por el envejecimiento poblacional.
Explicó que las "casas de suspiro" surgieron hace varios años en países de Europa, para apoyar a los padres y demás familiares que tienen bajo su cuidado a personas con discapacidad, atención que puede extenderse a los adultos mayores.
Los espacios pueden contar con neurólogos, psicólogas, médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, terapistas en rehabilitación y maestras de educación especial que se encargan de brindar los cuidados especiales requeridos por niños, jóvenes y adultos.
Chapa García, comentó que lleva 35 años trabajando a favor de personas con discapacidad y por ello destacó que la familia también presenta cierto desgaste emocional porque les preocupa el presente y el futuro de los hijos, se desviven por su atención, cuidado y bienestar, y requieren de espacio y tiempo de descanso para ellos y recargar energía.
"La intención es que los papás tengan un suspiro para poder seguir atendiendo a los hijos, es decir, que puedan salir fuera, descansar unos días y estén tranquilos", dijo, al señalar que en años pasados las personas con discapacidad vivían menos de 30 años y ahora pueden vivir más de 40 años.