Torreòn, Coahuila.- Unos doscientos trabajadores pertenecientes a la Planta FUNDILAG decidieron abandonar sus labores, denunciando el no pago de sus utilidades, la no entrega de equipo especial para el desempeño de sus funciones, las constantes amenazas al personal y la falta de equipo médico, por lo que exigieron la intervención de las autoridades laborales para frenar estos abusos que por años se han venido cometiendo, denunció Mauricio Chincoya, Delegado de CATEM en Coahuila.
Desde temprana hora un numeroso grupo de trabajadores en su mayoría varones, decidieron abandonar sus trabajos, pues no se les entregó una vez más lo correspondiente a su pago de utilidades y en los casos en que se entregó, les dieron una limosna, lo cual lo consideraron ya una burla.
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“Desde ayer por la tarde nos avisaron los trabajadores de esta empresa FUNDILAG de la serie de irregularidades que se estaban cometiendo en su perjuicio y nos han pedido les ayudemos en este paro laboral”, reiteró Mauricio Chincoya.
La denuncia es por el no pago de las utilidades, equipos de protección defectuosos, no hay enfermería en todas las plantas, si ocurre un accidente se tienen que ir por sus medios a la cruz roja, sanciones económicas que les aplican por no portar un gafete o llegar tarde, insultos, son tan solo algunas de las graves irregularidades que en estas plantas se están cometiendo, dijo el delegado de CATEM.
“Una de las irregularidades es que los casi 600 trabajadores que aquí laboran, no cuentan con un sindicato que los represente, así es que los empresarios Villarreal hacen lo que quieren con sus derechos laborales·”, recalcó.
“A todo el personal femenino que sigue en la otra parte de la planta y que tendrían que salir a las doce, no las dejaron salir y las amenazaron con despedirlas si abandonaban la planta”, indicó.
Esta planta de fundición se dedica a la fabricación de todo tipo de motores, que son de exportación, y resulta que hoy se niegan a entregar las autoridades, expresó Mauricio Chincoya.
“Todos los trabajadores ya están dispuestos a parar, ya no toleran tantos abusos, sueldos irrisorios, no pago de horas extras, y lo más delicado, el constante mal trato y amenazas”, recalcó.
“Aquí nos vamos a estar afuera de la planta y no permitiremos que a nadie se le quito su trabajo solo por exigir sus derechos laborales”, asevero el delegado de CATEM, Mauricio Chincoya.
