Uno de los productos más contaminantes y también más usados por el ser humano son las pilas y las baterías, ya que contienen más de 7 elementos tóxicos pueden tardar hasta 1,000 años en descomponerse si éstas se depositan en la basura de casa por lo que durante el proceso de separado del vertedero entra en contacto con el agua o con la tierra, causando un gran daño no solo en el medio ambiente, sino para la salud de los seres vivos.

El proceso de reciclaje de pilas comienza separando el material peligroso de los demás materiales que contiene una pila. Sin embargo, si no se cuenta con la difusión necesaria de la información se puede caer al desperdicio de los elementos. Al compartir con la ciudadanía contenedores que lleven a cabo el debido proceso de reciclaje se puede evitar la contaminación de hasta 167 mil litros de agua por el uso solo una pila alcalina.

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Es responsabilidad de cada municipio desarrollar programas para un mejor manejo de residuos de pilas que no estén catalogados como peligrosas. El tener contenedores especiales y darles la difusión debida es de suma importancia para la conservación de suelos y mantos acuíferos.

“De la misma forma es importante que los consumidores finales pueden contribuir a reducir el impacto y el riesgo asociado a los residuos de pilas, adquiriendo, en la medida de lo posible, productos con tecnologías libres de metales pesados o bien pilas recargables”, declaró Rodríguez Márquez.