Torreón, Coahuila.- El abogado político y activista de los derechos humanos y la paz, Alfredo Rojas Díaz Durán, confirmó la presentación de un punto de acuerdo ante la Cámara de Diputados para no solo cambiarle el nombre a la hoy Comisión Nacional de Derechos Humanos, sino convertirla en la Defensoría del Pueblo y así poder terminar con los abusos de poder que se siguen cometiendo en contra de los mexicanos.
Lo anterior lo dio a conocer durante la toma de protesta de la nueva mesa directiva del Colegio Interamericano de Derechos Humanos, que en esta ciudad habrá de encabezar el abogado Luis Enrique Montañez Varela, y la presentación del libro “Del Abuso al Genocidio” de la autoría de quien es senador suplente de Ricardo Monreal y un serio aspirante a ocupar la Defensoría de los Derechos Humanos, Rojas Díaz Durán.
En el evento se contó con la presencia de Enrique Guzmán del Rio, consejero de Regeneración Nacional; Juan Calvillo Hernández del Instituto de Humanidades; Juan Carlos Esparza del colectivo “Una Sola Voz”; del magistrado José Luis González Cruz y del vicepresidente de la Federación Iberoamericana de Abogados, Jesús Mendoza Aguirre.
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Rojas Díaz Durán habló de la importancia de impulsar los derechos humanos en tercera generación que es el derecho que los pueblos tienen a la paz y a la soberanía, pero también de su nuevo libro denominado “EcoCrak” que son los derechos humanos de séptima generación donde la gente tiene derecho a heredar un mundo sostenible.
Ante tantas recomendaciones que no encuentran siquiera la más mínima respuesta, el activista e impulsor de la paz, reiteró que ya fue presentado ante la Cámara de Diputados por parte del legislador Gonzalo Yáñez, una iniciativa no solo para cambiarle el nombre a la actual Comisión Nacional de los Derechos Humanos por el de Defensoría del Pueblo, sino cambiar de fondo toda su estructura para que en verdad el ciudadano encuentre respuesta a su denuncia y llamado de auxilio.
“Es momento de terminar con los abusos del poder y de entrarle de lleno a los derechos humanos de séptima generación donde se incluye la falta de agua, de alimentación, de trabajo y otros muchos más”, destacó el abogado.
“Quien despoja a los ciudadanos del agua comete una violación flagrante a los Derechos Humanos”, sentenció.