Torreón, Coahuila.- Si es que realmente se pretende reducir el monto de las prerrogativas que reciben los partidos políticos en México, se debe comenzar por impulsar una iniciativa de ley específica, para que a nivel legislativo se realicen las reformas que sean necesarias para establecer nuevos parámetros al respecto. Mientras que eso no ocurra, los pronunciamientos que sobre este tema hizo públicos este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo quedarán como simples declaraciones que, más que resultados concretos, buscan más un efecto mediático y generar polémica.

Sus comentarios en tales términos los compartió el presidente en Torreón de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Luis Cuerda Serna, en relación con el llamado que lanzó López Obrador a los dirigentes de los institutos políticos a que devuelvan al erario público el 50 por ciento de los recursos que reciben anualmente en montos anuales que son de miles de millones de pesos.

Luego de que el Presidente de la República manifestó que resulta inmoral y hasta raya en la corrupción que los partidos reciban tanto dinero en un país con tanta pobreza, Cuerda Serna consideró al margen de los calificativos que puedan emplearse en este caso, ciertamente sería muy justo y conveniente que a los institutos políticos se les limite en montos el dinero que se les otorga y que reciben por asé estar contemplado en disposiciones legales vigentes.

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Es por eso, dijo, que no basta con hacer propuestas al aire en declaraciones que resultan polémicas pero que al final simplemente son, en este caso, un llamado a la conciencia y buena voluntad de los dirigentes partidistas.

De acurdo el dirigente del comercio organizado de Torreón, la idea en términos generales puede ser buena, pero no tendrá ninguna trascendencia si el asunto no se pone formalmente en manos de los legisladores para que modifiquen las reglas del juego.

En su opinión, también ayudaría a reducir el gasto público en este mismo rubro si dentro de la misma iniciativa de ley que debe generarse, se aprovecha para establecer candados para evitar que haya tantos partidos políticos, pues muchos de ellos en realidad no tienen peso ni razón de ser, en particular los más chicos, que tienen poca representación y que subsisten gracias a los convenios o coaliciones que suelen establecer con los institutos políticos mayores o tradicionales.