Lejos de poner en peligro la seguridad de los estudiantes y maestros, los vidrios rotos de las ventanas y puertas también constituyen un riesgo de salud en este clima gélido.
En este sentido, el subsecretario de educación en la región Laguna de Durango, Cuitláhuac Valdés Gutiérrez, dijo que independientemente de los trabajos que realiza el Instituto Nacional de Infraestructura Física y Educativa en el Estado de Durango (Inefed) dedicado a la rehabilitación y mejoramiento de planteles educativos, por su parte, tras conocer las necesidades de las escuelas "a través de un requerimiento, nosotros entregamos lo necesario para la reposición de vidrios, por lo que podemos decir, que hay un 92 por ciento de escuelas mejoradas en este aspecto".
Reconoció que antes de comenzar con las clases presenciales, había precarias condiciones de infraestructura pues algunas ventanas y puertas, exhibían vidrios rotos, lo que por supuesto causaba inquietud entre los padres de familia por la adversidad con que se trabajaba en algunos centros escolares.
- Te sugerimos: Anuncian preinscripciones en escuelas de La Laguna
Recordó que ese fue el resultado de algunos actos vandálicos del pasado, luego que los ladrones para entrar a robar, destruyeron vidrios forzando ventanas, puertas y rejas.
"Claro que al entrar el viento invernal a los salones, provoca enfermedades respiratorias entre alumnos y maestros al tener vidrios rotos y es nuestra preocupación, de ahí que con la ayuda de las sociedades de padres de familia logramos resolver esta problemática para minimizar primero la inseguridad y luego los riesgos de salud".
También dijo, recurrieron a la opción de cubrir las ventanas y puertas con rejas, luego que la delincuencia sigue sin descanso.
SEMÁFORO AMARILLO
Por otra parte, expresó Valdés Gutiérrez que al entrar este lunes Durango al semáforo amarillo epidemiológico, habrá mayor certeza en el regreso a clases presenciales, salvo en algunas escuelas que aún siguen siendo rehabilitadas tras ser presas de la delincuencia.
Los contagios van a la baja y la ocupación hospitalaria es menor y por ello ya no sería pretexto de no regresar a las aulas, claro, sin dejar de cumplir con el protocolo sanitario desde que salen los estudiantes de su casa hasta que llegan a la escuela.
"Déjamos el semáforo naranja y esta noticia es agradable, por lo que toca a todos cuidarnos para aminorar aún más este mortal virus", concluyó.