Torreón, Coahuila.- Las situaciones en las que los clientes buscan evadir las cuentas son pocas, pero sí se presentan en los restaurantes de La Laguna.
La más común es echarle algo al platillo para hacer creer al mesero que así lo sirvió a fin de que no se lo cobre.
Lo hacen casi al final de terminar los alimentos para sacar el mayor provecho posible.
Para el presidente regional de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Guillermo Martínez Ávila, que tiene 285 agremiados, lo más importante ante este tipo de difamaciones es el visto bueno y espaldarazo de los comensales frecuentes.
“Porque ya los has atendido y ya te conocen. La gran mayoría de los clientes no van con intenciones negativas. No. Son contados los que tratan sacar provecho de una situación que imaginan o las crean”.
En ese contexto, reveló que uno de los casos que más le llamó la atención fue el que reveló un socio dedicado a la comida rápida, en el cual una persona se quejó de que casi al final de comerse su pedido se dio cuenta que traía un tornillo.
“Curiosamente lo detectó cuando ya estaba por acabar, pidió otro y esa fue su forma de sacar ventaja. Esa fue su estrategia de abusar”.
También sucede que ´queman´ en las redes sociales por una supuesta intoxicación y lo hacen para que los dueños se disculpen y ofrezcan descuento o consumo gratis en la siguiente visita.
“Aquí es importante checar las estadísticas. Si hubo 10 clientes por qué solo uno se quejó”.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Restaurantes Bares y Banquetes (AREBB), Bernardo Moctezuma Hernández González, que encabeza a 120 socios, reveló que en otra ocasión un comensal reprochó que estaba una pastilla para el aliento en su platillo.
“Lo más común es que le pongan un cabello cuando ya están por terminar de comer, pero para ello el personal de restaurante debe traer el cabello protegido”.
“Realmente son casos muy contados”.
El pasado 11 de mayo llamó la atención a nivel nacional un hecho registrado en ´Los Aguachiles´ de Gómez Palacio, en donde una mujer, a la que llamaron #LadyComeGratis, se negó a pagar dos mil 800 pesos de su consumo y el de 17 invitados.
Numeralia:
- 285 y 120 socios tienen la Canirac y Arebb, respectivamente.
Dato:
- Son pocos los casos de clientes que no quieren pagar su cuentas.