Fueron 42 años de haber estado contigo. Gracias por todo El Sol de La Laguna.
Cada despertar a tu lado se tradujo en felicidad porque me enseñaste a respetar y apreciar los aspectos de la vida.
Me diste la oportunidad cuando más la necesitaba. Creíste en mí, en mis aptitudes como novato hace más de cuatro décadas y por ello, gracias por todo lo que me diste en las buenas y en las malas.
Con orgullo me retiro luego de 42 años de vivir en un ambiente maravilloso y en donde aprendí mucho de ti, convertido hoy después de una lucha tenaz, en un medio de comunicación combativo importante y reconocido.
Gracias por tratarme siempre con respeto e igualdad. Fue un privilegio haber laborado bajo tu cobijo y tutela. Suerte a todos mis compañeros, para que con esfuerzo diario, El Sol de la Laguna continúe teniendo resultados maravillosos y que sigan con la paciencia mostrada y necesaria para soportar embates y desafíos, esos que a la postre se convierten en triunfos.
Estoy seguro que gran parte de esos éxitos de El Sol de la Laguna, se deben a las habilidades y trabajo duro de mis colegas, a esos que dejo con tristeza, pero con la seguridad de que fui un gran afortunado de tenerlos como amigos sinceros.
Aprecio el tiempo que me dieron y los momentos de alegría que sirvieron para construir una verdadera amistad, esa que no se cambia por nada.
El Sol de la Laguna (antes Noticias), fue mi escuela, mi segunda casa, en la que aprendí de todo dentro de mi etapa laboral. Agradezco a Dios por darme un poco de sabiduría, (porque nunca acabamos de aprender) y a todos mis compañeros por influir en mi vida.
Crecí y busqué lo que quería, lograr todo lo que tengo, familia, amigos y salud. Gracias por darme credibilidad y confiar en mi capacidad.
De corrector a reportero de guardia, luego jefe de deportes y finalmente como titular de la fuente de Gómez Palacio, significaron mi trajinar diario.
Me voy contento y me considero un afortunado de haber trabajado en una empresa con compañeros y jefes extraordinarios que como meta tienen seguir creciendo en nuestra querida comarca lagunera y sus alrededores.
Confío en que quienes se quedan, seguirán siendo mejores y vaya mi gratitud para mi director Darío Valenzuela, para esos excelentes reporteros y fotógrafos, jefatura de información, de redacción, personal administrativo, a mi sindicato el que representé por 23 años, y por supuesto, a los voceadores, porque sin ellos nadie leería en papel nuestro contenido.
A mi compañera fotógrafa Sofy Ramírez, gracias por su paciencia y sapiencia para salir adelante y por coincidir siempre en nuestro trabajo, sin olvidar a mi querido amigo Carlos Mendoza de nuestro hermano El Sol de Durango por su incondicional apoyo y solidaridad para estar en la brega siempre.
Gracias a mis hijos y a mi querida esposa por su fidelidad a mi trabajo y por creer en mí.
Aprendí mucho de todos, Dios los bendiga en su camino. Me llevo su experiencia. Gracias OEM por tu apoyo y amabilidad.
Ser una persona agradecida me hace feliz.
Hasta pronto
César Acosta Amaya