El Parque “Braulio Fernández Aguirre dio un cambio drástico en la anfitrionia que tiene para los migrantes que provienen de Haití. En el día cinco desde que comenzó la congregación masiva, la fraternidad y solidaridad de diferentes grupos se dio este miércoles de manera importante, sumado a la prohibición a todo tipo de vendedores.
Desde alimento, casas de campaña, kits de aseo personal, atención médica, agua, cartones y ropa fueron llevados por evangelizadores, asociaciones altruistas y sociedad civil.
Desde temprano llegó Yessica Aldama, representante del Banco Internacional de Alimentos para entregar kits personales, shampoo, pasta de dientes, cepillo dental, desodorantes, toallitas húmedas, antibacteriales, casas de acampar, colchonetas, hieleras.
“Queremos traer todo para poder ayudar. Traemos una tonelada de ayuda. Aproximadamente 500 kits personales, 30 casas de acampar, entre lo que más traemos”.
Yessica Aldama explicó que el Banco Internacional de Alimentos nació en 1985 cuando el terremoto sacudió a México. De ahí no paró va a todos los puntos de la república cuando se necesita”.
Dijo además que en Del Río, Texas también llevaron una tonelada de ayuda y regresaran el próximo viernes a las 6:00 de la tarde con mil platillos para los migrantes.
MISIONEROS
Sergio Rodríguez, es tamaulipeco, misionero de una iglesia en Acuña. Se unió a diferentes pastores locales de diferentes templos. Ellos llevaron pollos preparados para asar en el momento en el cofre de una camioneta vieja que fue adecuada como asador.
Pero además llevaron cobijas, zapatos, ropa y alimentos. Durante la espera, hicieron su labor evangélica. Ellos entregaron pollo, arroz y agua fresca, “Pensamos bendecirlos con esta comida porque sabemos que es lo que les gusta. Para nosotros es importante que se dé unidad. Debemos ayudarles son humanos como nosotros han padecido mucho para llegar hasta aquí.
COMERCIANTE DE ALIMENTOS
Clementina Reyes la matriarca de una familia dedicada a la venta de birria y tacos, son migrantes mexicanos, pues son de Jalisco. “Tenemos una taquería que se llama Los Reyes de Jalisco. Vimos la necesidad de estas personas y por eso entre mi esposo, hijos y nueras venimos para ayudar”.
“Trajimos pollo, arroz, agua, jugos para los niños y bolsas de plástico. Llevamos como 300 platillos y con gusto regalamos a la gente que ha dejado su país y acá no tiene nada”.
Ella no está en contra de la migración, pues dice que le molesta la forma en cómo los están deteniendo y deportando, “Violan sus derechos como humanos”.
Este miércoles las autoridades municipales no permitieron el acceso de venderos ambulantes, solo a quienes llevaron donativos de cualquier tipo.
Los migrantes ya no andan tan libres por las calles, pues sabe que si los levantan a fuera del parque serán deportados.