Torreón, Coahuila.- De los ajustes que ha perfilado la Secretaría de Hacienda dentro de la propuesta oficial del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio 2019, hay ya buenas noticias para Coahuila, y es que de inicio se prevé un importante crecimiento en el monto de los recursos que anualmente recibe en transferencias y participaciones a través de los Ramos 28 y 33.
Al respecto, Gerardo Berlanga Gotés, titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad, manifestó que el crecimiento esperado en las transferencias que realiza cada año el gobierno federal a las entidades federativas y municipios, en el caso de Coahuila sería de 36 mil a alrededor de 40 mil millones de pesos, lo que es un buen comienzo, así que ahora queda esperar a que los legisladores lo avalen, y definan también dentro del PEF las asignaciones concretas que se autorizarán para la realización de proyectos de obras de infraestructura.
Indicó que en el renglón de infraestructura el gobierno estatal le apuesta con prioridad, entre otras cosas, a la construcción de dos grandes libramientos que hacen falta para complementar los ejes carreteros que enlazan el norte y el sur de la entidad, esto como parte de los proyectos que se deben concretar en aras del desarrollo, para que Coahuila eleve su nivel de competitividad y en consecuencia resulte cada vez más atractivo para los inversionistas nacionales y extranjeros
Berlanga aclara que dada su magnitud, la construcción de los denominados libramientos Sabinas y Morelos-Zaragoza, implica inversiones aproximadas a los 700 y 300 millones de pesos, respectivamente, de manera que se trata de obras cuya ejecución se debe realizar con base en una programación multianual, así que se le apuesta a que en el 2019 se le adjudiquen al menos los recursos necesarios para llevar a cabo las etapas iniciales.
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De acuerdo con el funcionario, dese luego que hay también otras proyecciones que se espera sean respaldadas por el PEF, como las que tienen que ver con la necesidad de satisfacer las necesidades de infraestructura hidráulica y de drenaje tanto pluvial como sanitarios de las principales ciudades del Estado, así como las que se deben programar por ejemplo en el sector salud, donde se espera poder hacer realidad la construcción de nuevos hospitales.