Torreón, Coah.- Al igual que el resto de la zona conurbada de La Laguna, Torreón no ha logrado recuperarse de la grave devastación que sufrió en su cubierta vegetal a consecuencia de la helada negra que sorprendió a los habitantes de esta región en febrero del 2011 con temperaturas de alrededor de los ocho grados centígrados bajo cero, que terminaron con muchos miles de árboles y diversidad de plantas que proveían de sombra y oxígeno a los habitantes de esta región.
Coinciden en esa apreciación tanto las autoridades estatales y municipales competentes, como ambientalistas, para quienes queda claro que los esfuerzos en materia de forestación y reforestación deben mantenerse como una prioritaria labor permanente en una ciudad en constante crecimiento, donde el déficit de árboles que pudiera existir tiende a extenderse en la medida en que se fundan nuevas zonas habitacionales.
Felipe Vallejo López, titular de la Dirección del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torreón, refiere que si bien hay algunos parámetros de medición, pueden resultar subjetivas las afirmaciones relacionadas con el déficit o suficiencia de árboles, lo que es un hecho es no se puede dejar de atender la necesidad de conservar y mejorar las áreas verdes ya existentes y al mismo tiempo impulsar la creación de nuevas zonas arboladas.
Te recomendamos:
Asegura que así lo ha procurado hacer la actual administración municipal por instrucción del alcalde Jorge Zermeño Infante, con acciones que el año pasado se tradujeron en la plantación de seis mil 150 árboles a los que de enero a mayo del 2019 se han sumado ya otros tres mil 500 y de los cuales mil 30 corresponden a un nuevo parque que se desarrolla en el antiguo tiradero municipal, en el extremo sureste de la ciudad.
Respecto al impacto que dejó la helada negra del 2011 en la capa vegetal de la ciudad, reconoce como acertadas las apreciaciones en el sentido de que el daño provocado por tal fenómeno no ha alcanzado a revertirse a ocho años de distancia.
Sin embargo, aun cuando siempre habrá algo más por hacer en lo que a reforestación se refiere, considera que en términos generales, en el centro y en la mayor parte de las colonias de la ciudad se podría considerar que no existe déficit de áreas verdes, mientras que hacia el sector oriente, donde Torreón crece con la fundación de nuevas colonias la falta de árboles, por el contrario, se agudiza con el desmonte de amplias extensiones de terrenos que son despojados de los nativos mezquites, huizaches y matorrales para poder ser destinados a la construcción de viviendas. Es ahí donde se debe dar una mayor atención para procurar que los espacios que por ley deben ser destinados a la creación de plazas, parques y jardines en los hechos puedan llegar cumplir con su objetivo como tales.
NO ES EL MISMO
Por su parte, Glenda Quintero Carrillo, coordinadora regional de la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno de Coahuila, plantea que en definitiva Torreón no ha vuelto a ser el mismo después de que quedó pelón a causa de la helada negra de hace ocho años, cuando sucumbieron muchos miles de árboles, la mayoría de ellos Ficus y de especies tropicales que en definitiva no podían haber resistido ante un clima tan adverso.
A eso hay que agregar la gran devastación que en los últimos cuatro años ha dejado la plaga identificada como Amarillamiento Letal, que ha acabado con casi todas las palmas datileras que adornaban plazas, parques y otros espacios públicos.
La funcionaria sostiene que han sido muy grandes los esfuerzos que se han hecho para tratar de revertir las consecuencias que los embates de la naturaleza han dejado en detrimento de la cubierta vegetal, donde no obstante queda mucho trabajo por hacer para lograr alcanzar en un futuro una suficiencia de áreas verdes, lo que de acuerdo con algunos parámetros, aunque no oficiales, se califica cuando por cada uno de sus habitantes una ciudad cuenta con entre 10 y 15 metros cuadrados de plazas, parques o jardines.
REFORESTACIÓN
Asegura que, a favor de ello, la institución estatal que ella representa contribuye anualmente con la producción de un promedio de 80 mil árboles de especies nativas, como huizaches, mezquites, palo verde, fresno algarrobo, palma abanico y otras más, que se distribuyen para su plantación n los municipios de Torreón, Matamoros, Viesca, San Pedro, Francisco I. Madero y Sierra Mojada.
Es en el vivero del ejido Alto Palomino, en el municipio de Viesca, donde el Gobierno de Coahuila mantiene una permanente producción de árboles y plantas, que durante el año pasado se distribuyeron en la región en una cantidad de 75 mil 740, Y a las que solo de enero a mayo del 2019 se han sumado ya otras 42 mil 730.
Por otra parte, entre las voces de los ambientalistas siempre se hace notar la de Susana Estens de la Garza, quien no comulga con supuestos parámetros que suelen citarse para hablar de déficit de áreas verdes, además de que considera que por más trabajos de reforestación que puedan realizarse, los resultados nunca serán suficientes, de manera que siempre habrá algo más por hacer. Además, refiere que no basta con plantar árboles, sino hay condiciones para garantizar su desarrollo, para lo cual en una zona desértica como la nuestra es fundamental que pueda legar a aprovecharse para el riego de las áreas verdes, el agua de lluvia que tantos problemas suele generar cuando se presenta de manera abundante, para lo cual es necesario construir obras de captación y almacenamiento como las que ya ha demostrado ser exitosas en otras ciudades con un clima muy similar al de Torreón, entre estas Tucson, Arizona, que es un verdadero ejemplo en materia de la llamada infraestructura verde.