Torreón, Coahuila. – Al advertir que existe la posibilidad de que se generen componendas entre partidos políticos en la intención de lograr la mayoritaria
aprobación de la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís llamó a los legisladores coahuilenses a actuar con mucha responsabilidad en este tema, al tomar en cuenta que ya desde antes de que se formalizara la iniciativa correspondiente ha tenido ya un impacto negativo para esta entidad al haber frenado inversiones en tan importante rubro.
El tema lo abordó al encabezar el arranque de la construcción de la segunda etapa de las instalaciones de CANADEVI Laguna, al dirigirse ante dos diputados federales ahí presentes, Shamir Fernández Hernández y José Antonio Gutiérrez Jardón. “Mucho cuidado con la ley eléctrica, que no afecte nuestra entidad, que no afecte a nuestro desarrollo”, les dijo por principio.
De manera puntual planteó que “si hay por ahí alguna componenda o algún compromiso con esa ley por los distintos partidos, yo les pediría a los legisladores de Coahuila que nosotros no, que nosotros sí analicemos bien cuáles son los pros y contras de la reforma”.
Agregó que para ello es importante entender que los tiempos han cambiado, y tomar en cuenta que mucha gente en el pasado proceso tuvo la esperanza de que se generara un equilibrio en el congreso federal.
En ese sentido insistió en que es prudente que en un asunto tan relevante como este se agote el debate y el análisis necesarios, y que se justifique el voto de los legisladores de Coahuila, a quienes les reiteró su respaldo y confianza.
Respecto a las afectaciones que la reforma eléctrica en promoción ya ha traído consigo, Riquelme Solís insistió que en los últimos meses efectivamente ya hubo un freno en inversiones en este sector, simplemente con las especulaciones generadas ante la expectativa de que la iniciativa se presentara.
Más tarde, en rueda de prensa el gobernador dejó en claro que ni siquiera por ser Coahuila un estado productor de Carbón debe caerse en la tentación de avalar una reforma que sea contraria a los intereses de los mexicanos, pues todo parece indicar que la intención es fortalecer a la CFE como un monopolio, como un organismo que pueda regularse por sí solo y además tener el poder de definir tarifas bajo su criterio unilateral e incluso sería la encargada de autorizar o negar permisos para proyectos de generación de energía.
Destacó que “la iniciativa pretende revivir a cualquier costo un modelo de sector energético a todas luces inservible, y en las circunstancias actuales del país y del mundo ese costo incluye también exacerbar la creciente y peligrosa dependencia del gas importado, los riesgos para nuestra seguridad energética de largo plazo, la asignación masiva de recursos a proyectos de muy cuestionada rentabilidad, los severos daños al medio ambiente por la quema de combustibles fósiles y el deterioro de las perspectivas de crecimiento, además de un freno al desarrollo de las regiones del país con gran potencial energético por sus grandes recursos eólicos, fotovoltaicos y en reservas de gas natural”.
En ese sentido, agregó que, “en suma nuestro punto de vista respecto a esta iniciativa es que no busca el progreso de México, ni la sostenibilidad de su crecimiento, y tampoco el impacto en el bienestar de sus habitantes”, de ahí que solicite a los diputados federales actuar con responsabilidad cuando llegue el momento del análisis y debate sobre el tema.
