Las cosas no son nada fáciles para los trabajadores y en especial para las amas de casa que son por lo general las responsables de administrar el gasto familiar, y menos en tiempos en los que los precios de los productos de la canasta básica no dejan de incrementarse, como ha ocurrido en el transcurso del presente año, en el que si bien comenzaron a darse ya algunos ajustes a la baja, estos están aún lejos de poder inclinar la balanza a favor de una efectiva recuperación del poder adquisitivo de los salarios.
Lo anterior es algo que puede constatarse diariamente en los mercados populares, a donde confluye una buena parte de la población con la esperanza de encontrar ahí los precios más accesibles en todo lo necesario para la preparación de los alimentos, así como otros productos de primera necesidad.
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BUSCAR LO MÁS BARATO
Así ocurre en el mercado Alianza, el más antiguo y de mayor tradición en Torreón, en donde todos los días se puede ver a una multitud de personas recorriendo los puestos de venta para comparar precios hasta encontrar la mejor oferta para comprar lo que necesitan. Es el caso de la señora Rosa Bautista de Ortiz, vecina de la colonia Las Fuentes, quien refiere que, aunque todo está ahora más caro que hace unos meses, ella procura gastar lo mismo, aunque a veces eso le representa dejar deje de surtir algunos productos que anota en su lista.
“Hay que estirar el gasto, y yo, la verdad, como tengo mis cálculos, ya sé lo que tengo que gastar y dónde es que tengo que hacer las compras, y voy buscando para que mi presupuesto me rinda, ya que siempre procuro llevar lo necesario para dos meses de consumo”, dijo.
La vecina de la colonia Las Fuentes refiere que ella invierte para su despensa con lo básico para dos meses poco más de mil 500 pesos. Dice que el año pasado gastaba un poco menos, y que si no ha incrementado mucho el presupuesto es porque se da el tiempo necesario para buscar y comparar hasta que encuentra lo más barato, donde la papa, el tomate y el chile serrano son algunos de los productos que más han elevado su precio.
COMER CARNE, UN LUJO
La señora Liliana Vargas Páez, es una de las clientes más asiduas del mercado Alianza, a donde acude dos veces por semana para comprar lo necesario para la preparación de los alimentos que vende en un pequeño puesto de su propiedad en la colonia Zaragoza Sur, negocio que, dice, le permite apenas obtener lo necesario para su manutención y la de sus dos hijos. Refiere que la situación es tan difícil que debe esforzarse para hacer rendir el dinero que gana para llevar el sustento a su casa, donde, asegura “ya no nos damos el lujo de comer carne todos los días, nada de eso”.
Comenta Liliana que casi todo lo que se vende en el mercado ha subido mucho de precio durante los últimos meses, sobre todo el chile, la lechuga, el tomate y otras cosas, por lo que se las tiene que ingeniar para poder completar lo más que puede con su limitado presupuesto. De hecho, se la pasa buscando ofertas, y más ahora que además de comprar el mandado debe esforzarse para poder surtir la lista de útiles escolares para sus dos hijos de 12 y 8 años de edad.
DESPENSA PARA DOS
Apolonio Nolasco Vázquez, un pensionado que vive en el ejido La Palma de Torreón, gasta por lo menos mil pesos al acudir cada dos semanas al mercado para surtir una despensa básica, con apenas lo necesario para satisfacer las necesidades básicas de consumo de él y su esposa.
Considera que en muchos de los productos los precios se han incrementado casi al doble, y al respecto tiene como parámetro el hecho de que todavía el año pasado, invertía apenas entre 500 y 600 pesos para comprar más o menos los mismos productos.
Tiene claro que en La Alianza pueden encontrarse cosas más baratas que en otros lados, para lo cual hay que buscarle al visitar varios puestos para comparar precios; e identifica como los productos que han resultado cada vez más caros el chile serrano, el aguacate, el plátano y el melón, que está a 17 pesos el kilo cuando que en los ranchos se vende a cuatro piezas por 30 pesos.
TODO ESTÁ POR LA NUBES
"En lo que va del año los precios se han elevado tanto que realmente ahora todo está súper caro, las frutas y verduras están por las nubes, así que pobre gente, que ya el salario no le alcanza para completar su mandadito para una semana”, comenta Francisco Morales Martínez, quien desde hace 47 años se ha dedicado a atender uno de los puestos de venta del popular mercado Alianza, donde, asegura, la inflación no solamente golpea a los consumidores, sino también a quienes como él viven del comercio, ya que las ventas han disminuido drásticamente.
Asegura que ejemplos de lo que se han elevado los precios hay muchos. De enero a la fecha el precio al público del plátano aumentó de 8 a 32 pesos el kilo, el de la naranja pasó de 8 a 30, el del chile serrano de 20 a 40, el del aguacate de 36 a 70 y el de la papa de 8 a entre 24 y 30 pesos.
Comenta que si los comerciantes “alianceros” han tenido que subir los precios es porque sus proveedores les venden a ellos cada vez más caro, y en consecuencia eso impacta en las ventas, que han bajado mucho y las ganancias son cada vez más limitadas.
De hecho, asegura que en los últimos meses las ventas han caído en más de un 60 por ciento, y las perdidas aumentan porque todo aquello que no se vende pronto en pocos días se echa a perder, así que se termina por desaprovecharse hasta el 40 por ciento de los productos perecederos. Así apenas ganamos para el alimento diario y si acaso para el abono de los créditos, sin que quede nada para ahorrar.
LA INFLACIÓN EN TORREÓN
Cabe señalar que de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), Torreón es la quinta ciudad con la mayor variación quincenal.
Sucede que a nivel nacional, en el caso de las frutas y verduras las mayores variaciones en su comparativo anual fue en el chile serrano con 47.66 por ciento; chayote 37.31 por ciento, ejotes 31.46 por ciento, chile poblano 26.08 por ciento, y naranja 21.44 por ciento.
