Torreón, Coahuila.- Juan Antonio Estrada Viramontes, mejor conocido como “Toño Luthier”, fue uno de los miles de profesionistas dedicados a la docencia que se quedaron sin empleo, todo derivado por el Covid-19, situación que lo llevó a diversificar y aplicar talento y conocimiento en la ‘Laudería’, gracias que se apoyó en las redes sociales pudo superar la situación económica por la que atravesó al perder dos fuentes de trabajo.
En contexto y de acuerdo a datos proporcionados por el proyecto Moorelear Asociación Civil, en la Región Lagunera existen por lo menos tres lauderos que de manera profesional se dedican a la restauración o fabricación de instrumentos musicales de cuerda. Hace ocho años aproximadamente, Toño Luthier, comenzó con esta actividad que desarrolló como una especie de pasatiempo y algo extra para su economía, hoy en día, esta actividad le cambió la vida por completo.
La Real Academia Española define a la laudería como la actividad consistente en fabricar o reparar instrumentos musicales de cuerda, particularmente violines o guitarras. En muchos casos esta es una actividad artesanal.
Toño admite que él aprendió este oficio gracias a un personaje que fue muy conocido en este medio, le llamaban “El laudero del desierto”. “Aquí solo habemos dos personas que nos dedicamos a esto de manera más profesional, yo lo que hago son guitarras clásicas, una guitarra me lleva más o menos seis semanas si el clima lo permite, esto es muy delicado, más porque son maderas muy finas y te lleva un cuidado especial”.
Cabe subrayar que Juan Antonio, además de ser laudero se dedica a la docencia, hasta antes de que azotara la pandemia a la Comarca Lagunera él trabaja en tres distintos planteles educativos, pero desafortunadamente se quedó sin dos fuentes de empleo.
“Un día normal para mí, me levanto por la mañana, doy algunas clases que tengo, ayudo a mi hija a sus clases virtuales de Preescolar, y entre esas horas que tengo libres vengo a mi taller, y duro a veces hasta las tres de la mañana trabajando”.
En Facebook, la página de Antonio Luthier, comenzó a saturarse de pedidos de restauración y fabricación de instrumentos, dado que la gente estaría un tiempo indefinido en sus hogares, los pedidos y solicitudes se incrementaron hasta en más de un 100 por ciento.
“Cuando empezó la pandemia yo pensaba que estoy no iba a estar muy difícil, mi situación estuvo muy difícil porque me quedé desempleado de un colegio donde yo trabajaba, cuando empiezo a hacer un poco más de publicidad en el Facebook, sin idea de lo que iba a pasar hubo mucha demanda de reparaciones, gente que quería reparar su guitarra porque quería su guitarra en buenas condiciones, hasta el día de hoy hay mucha demanda”.
“Aquí en La Laguna es muy difícil encontrar a alguien que te de este tipo de servicio, alguien que pueda hacer algún tipo de reparación, de hecho ha venido gente de Monterrey, Hidalgo, de Estados Unidos, vino el compositor Miguel Luna a que le arreglara una guitarra, lo más cerca de aquí para encontrar algo así es en Paracho, Michoacán”.
EL PROCESO DE ELABORACIÓN Y LOS INSUMOS A UTILIZAR
Muchas de las maderas e insumos que Toño utiliza, tiene que conseguirlos en otros estados o incluso hasta recurre a la importación, “los mando pedir a Paracho, Michoacán, allá es donde está, principalmente es pedir la madera que es la materia prima, además detalles como por ejemplo la marquetería que es con la que se realiza un trabajo muy fino, pareciera ser calcomanía pero son maderas de un milímetro o menos de un milímetro; para el acabado yo pido un barníz que se llama ‘bomalaka’, proviene de un árbol que segrega el mosquito de laca. Este insumo al ser natural hace que la madera pueda vibrar más fácilmente y suena muy distinto”.
Maestros de música aprovechan esta pausa para prepararse
El profe Zamora, como es conocido, anhela que esta situación ya termine y retorne a ver a sus alumnos
Sergio Mendoza | El Sol de La Laguna
Torreón, Coahuila.- A casi un año de que la pandemia del Covid-19 azotó a la Comarca Lagunera, es indudable que una de las industrias severamente golpeadas ha sido el de la música, la docencia y las artes; para el maestro, Francisco Javier Zamora Vales, el confinamiento no solo ha traído cosas negativas, también los ha empujado a actualizarse e involucrarse en el mundo de las tecnologías y las redes sociales.
Francisco Javier Zamora Valles, es licenciado en Música e imparte clases en el Instituto Francés de La Laguna. Brinda cátedra de manera particular de guitarra, piano y canto, cuenta con una amplia trayectoria en la docencia; fue integrante de varios grupos musicales como lo fue en sus años de gloria, que fueron los 80´ el grupo Evaristo Show y la Muela del juicio.
Para el maestro de música, estos ya casi 12 meses de pandemia, no solo ha traído enfermedad y pérdidas lamentables de amigos y familiares, para él ha significado un período de tiempo de introspección y preparación desde el ámbito personal; actualmente con las clases en línea y a distancia, “nos tenemos que actualizar, sí, se han perdido empleos, pero también nos hemos adaptado a esta nueva realidad”.
Cuenta con 30 años de experiencia en la música y la docencia, las redes sociales le han permitido estar cerca tanto de sus alumnos como de sus seres queridos, no niega que ha habido una seria afectación para todos, pérdida de empleos y muertes, “ha sido algo con mucha incertidumbre y no sabemos hasta cuánto vaya a terminar esto, hasta cuándo vaya a seguir la forma en la cuestión económica, es una forma muy fuerte porque nos hemos tenido que dedicar a otros ingresos, otras actividades alternas para poder sobrellevar los gastos diarios de la familia”.
Aceptó que la era digital los empuja a reinventarse e involucrarse en el uso diario y aprovechamiento de las redes sociales, “Después de esto y durante este tiempo tenemos que prepararnos más, reinventarnos, a mí en lo personal me ha servido para prepararme, he tomado cursos, he tomado capacitaciones, he aprovechado al máximo para estar en la casa y conectarme en línea para poder aprender en la cuestión musical”.
En contexto, además de que los docentes de todas las asignaturas han padecido los estragos del Covid-19 en todos los rubros, con información recabada por Armando Cobián Lafont, de acuerdo a la Coordinación Servicios Educativos a cargo de Flor Estela Rentería Medina, un total de 688 trabajadores del sector educativo fueron contagiados por Covid-19, de los cuales 602 se desempeñaban como maestros, de manera lamentable 24 maestros perdieron la batalla contra el SARAS-CoV-2.