Torreón, Coahuila.- Con más de 30 años desarrollando el oficio de restaurador, Armando Romero a quien de cariño sus amigos conocen por “El cuate”, asegura que durante todo el año brinda este tipo de trabajos, pero en especial en el mes de diciembre las jornadas se vuelven titánicas porque hay que entregar los pedidos a tiempo.
En su local comercial que está ubicado al fondo del Mercado Juárez, a un costado del área de sanitarios, “El cuate”, hace todo lo posible porque los ‘Niños dios’ queden casi intactos, aunque reconoce que esto es imposible, ya que el paso de los años dañan la materia prima de la que están hechas estas figuras de yeso o resina.
“Estamos saturados porque la gente se atiene hasta al último momento, mucha gente está viniendo a que arreglemos sus imágenes, por ejemplo, hay uno que me pidieron que le retocara los dedos y sus manitas, y tiene que estar para la fecha que nos piden, aproximadamente diariamente entregamos entre 25 y 30 servicios de restauración”, explicó.
Aunque los precios varían de acuerdo al daño que sufrió en su estructura el accesorio religioso, hay servicios que en otros sitios se cobran en 180 pesos, con el cuate está en 120 pesos, “hay gente que te cobra 280 o 300 pesos, hay Niños dios que son de materia pesada, de materia antigua y son los que pesan mucho más”.
Con ‘El cuate’, trabajan cinco personas más que son parte de su equipo de colaboradores, varios de ellos están en el taller de pintura que es la parte final del proceso de restauración que hacen con los ‘Niños dios’.
En total, durante esta época decembrina llegan a brindar hasta más de 200 servicios de reparaciones, esto sobre todo durante los días previos al 24 de diciembre, porque para el 02 de febrero día de la candelaria, también se incrementa el trabajo para quienes quieren que sus accesorios religiosos estén presentables.
“Entre las medidas que comúnmente recibimos está el doble 00 que mide como entre seis o siete centímetros, está el de 10 cm, 15 cm, hay uno de 20 que viene siendo el 2, el 25 que es del 3, y así va aumentando, del 4 como de 35, del 4 es de 40 centímetros y el más grande es de 60 centímetros”.
Recordó que el año anterior estuvo difícil porque casi no hubo demanda, sobre todo porque la gente no podía salir mucho, ellos abren a las 8:00 de la mañana y cierran a las 7:30 de la tarde, esto ha permitido poder sostener a su familia con el desarrollo de este trabajo artesanal, en estas fechas todo se vuelve especial para Armando Romero, ya que reponer o restaurar ‘Niños Dios’ es para él una auténtica bendición.