Torreón, Coahuila.- A finales de los 90s y principios de los 2000 se dio en Torreón el boom de las Casas de Cita, lugares en donde sexoservidoras ofrecían su trabajo por una cuota que incluía determinado tiempo y un espacio para el encuentro amoroso, anunciándose en periódicos como El Sol de La Laguna (antes Noticias) disfrazadas de estéticas, refiriéndose que se contaba con una lista de masajistas para selección del cliente.
Uno de los anuncios que circulaban en febrero de 1999, presentaba a ‘Estética Paraíso, a él y ella’, ofreciendo ‘10 Masajistas a tu elección’, garantizando un buen servicio. El lugar se direccionaba en la avenida Matamoros número 1538 poniente, en el sector centro de la ciudad, proporcionándose además un número telefónico para poder concretar alguna cita o preguntar por los servicios a disposición del cliente.
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De acuerdo a algunos clientes que llegaron a visitar las llamadas casas de cita, eran pocas las que operaban en Torreón en aquellos años (90s y principios de los 2000), conociéndose alrededor de cinco de este tipo de lugares, como la Casa de Celia, una de las más frecuentadas, en donde se podía solicitar solo compañía para tomar alguna bebida y si la persona se interesaba, también pagaba por un encuentro íntimo con la mujer seleccionada.
Los anuncios en periódicos de las casas de cita eran muy comunes en aquella época e incluso se ofrecían descuentos si se llevaba el recorte del comercial impreso, por lo que realmente eran populares estos negocios y muy buscados por el género masculino, desde personas jóvenes que pretendían tener su primera experiencia de tipo sexual, hasta hombres mayores que iban simplemente por disfrutar de bellas mujeres.
Con la aparición de la tecnología y la era digital, poco a poco se fueron extinguiendo los anuncios en periódicos por parte de las casas de cita, siendo actualmente todo muy diferente para lograr un encuentro con sexoservidoras, ya que, a través de las redes sociales, ahora existe una gran cantidad de perfiles de mujeres y hombres ofreciendo un rato de placer, negociándose directamente el costo por el trabajo solicitado.