Torreón, Coahuila.- El aumento al precio de los combustibles a partir del 1 de enero del 2022, provocado por el incremento nominal del 7.3 % por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, anunciado por la Secretaría de Hacienda en pasados días, ‘golpeará’ principalmente a la clase baja media en adelante, es decir, al grupo que cuenta con un vehículo propio para transportarse, ya que el impacto irá directamente a la economía familiar, al destinarse un porcentaje más de recurso para adquirir gasolina o diésel.
Lo anterior, en opinión del Doctor Acxel Amarillas, reconocido especialista en economía y docente de la Facultad de Economía de la UA de Coahuila Unidad Torreón, quien puntualizó que el IEPS es un impuesto especial a la producción de ciertos servicios, que se aplica a los combustibles y a productos como las bebidas alcohólicas, a los cigarros y alimentos altos en calorías.
“Aquí vale la pena mencionar, que, en términos estrictos, los extractos de ingresos más bajos de la población, no utilizan un vehículo propio como medio transporte, sino más bien utilizan el transporte público, entonces, en un primer escenario, este incremento que vamos a ver en el precio de los combustibles, lo van a absorber los concesionarios del transporte público y no tardaríamos en ver un posible incremento en las tarifas del servicio”.
“Pasando a los extractos medios bajos de la población, en adelante, pues ya en su mayoría todos utilizan un vehículo para transportarse para sus actividades laborales, educativas, recreativas y demás, y ellos van a ser los más afectados, porque son los que efectivamente van a tener que destinar un poco más de su ingreso para el pago de los combustibles”, explicó el especialista.
A partir del 1 de enero del 2022, por cada litro de Magna se pagará 5.49 pesos de IEPS, por cada litro de Premium se pagará 4.73 pesos y por cada litro de Diésel se pagará 5.72 pesos.
Adicionalmente, el combustible tiene un IVA del 16 %, además de que los gasolineros pagan un ISR sobre su utilidad, “entonces, digamos que, en términos estrictos, del precio de la gasolina, alrededor del 50 % es básicamente un impuesto”.