Mientras que los trabajos de construcción del Corredor Matamoros se han ejecutado ya en generan por lo menos en un 14 por ciento, es en la parte correspondiente a la habilitación de la infraestructura subterránea de servicios donde los avances se hacen más notables en una primera etapa.
Como es sabido, parte importante de esta obra que se inició hacia finales de enero y que posteriormente se vio frenada durante varias semanas ante algunas resistencias e implicaciones de orden legal, consiste en desaparecer en la zona del corredor todo el cableado aéreo tanto eléctrico como de telecomunicaciones para sustituirlo por instalaciones subterráneas, lo que mejorará notablemente la imagen de la avenida.
Juan Adolfo Von Bertrab Saracho, director de Obras Públicas en Torreón dio a conocer que ese tipo de trabajos se realizan actualmente en el equivalente a la longitud de dos de las cuatro cuadras que conformarán el Corredor Matamoros en su primera etapa.
Afortunadamente, dijo, para cumplir con el objetivo establecido se cuenta con el respaldo y buena disposición tanto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como de la empresa Teléfonos de México, lo que ha permitido avanzar en colocación de las canalizaciones necesarias para el nuevo cableado del alumbrado público y el correspondiente a las acometidas para el suministro de energía, lo mismo que el de telefonía y transmisión de datos.
Indicó que igualmente se notificó oportunamente a las empresas proveedoras de servicios de televisión por cable, en el entendido de que, si no se acercan para sumarse el proyecto, en cuanto la obra termine podrían quedarse sin su cableado en la zona.
Por otra parte, por lo que respecta al desarrollo de la obra en general, el funcionario comentó que avanza en tiempo y forma, de acuerdo con lo establecido en la planeación que contempla un tiempo estimado para la ejecución de los trabajos, de principio a fin, de seis meses.
Como es sabido, el proyecto que se realiza en este caso consiste en remodelar el tramo de la avenida Matamoros comprendido entre la calzada Colón y la Plaza Mayor, donde quedarán dos carriles de circulación, uno de estacionamiento en paralelo, una ciclovía confinada y banquetas de alrededor de cinco metros de ancho, todo esto dentro de un área debidamente señalizada que contará con elementos ornamentales, espacios con sombra, bancas de descanso y una reforestación adecuada para crear un ambiente atractivo y seguro para los peatones.