El haber logrado la declaración oficial del pan francés como patrimonio turístico, gastronómico y cultural de Torreón, lo que dará lugar a una celebración anual que en lo sucesivo se repetirá cada 16 de octubre, representa apenas un exitoso primer paso como parte de un proyecto con el que, a partir de ahora, se apostará a que corran con la misma suerte otros productos que ya forman parte de las tradiciones y el diario vivir de los habitantes de este y otros municipios de la región Lagunera, y que son siempre muy solicitados por los visitantes foráneos.
Se trata de un proyecto emprendido por la actual administración municipal a través de la Dirección de Comercio y Turismo, precisamente orientado a lograr oficializar el reconocimiento que ya cuentan a nivel social distintos productos sumamente arraigados como parte de las tradiciones y costumbres de los torreonenses, y que revisten, en ese sentido, gran importancia cultural e histórica.
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Es el caso, por ejemplo, de las tradicionales "reliquias" que, desde la fe católica, suelen organizar algunas familias para honrar cada año a la Virgen o a los santos de su devoción. Se le conoce así al platillo consistente en asado de puerco acompañado de varias sopas secas que, a manera de ofrenda, se comparte con la gente en medio de un ambiente festivo, casi siempre vestido con la presencia de danzantes que se mueven al ritmo de una tambora.
Están también el llamado pan ranchero y las gorditas de maíz rellenas de variados guisados que, por tradición, suelen prepararse en distintas comunidades rurales, por lo general en rústicos hornos o cocedores de adobe de tierra. Las típicas gorditas de harina de trigo o de maíz, preparadas al comal, que, al igual que los lonches con pan francés, son parte de la dieta de torreonenses y laguneros, y uno de los alimentos más representativos de la región, merecen ser reconocidas como patrimonio turístico, gastronómico y cultural.
Está también, entre otros, el caso del sotol, un destilado elaborado a partir de una especie de maguey endémica de esta región del país, que cuenta ya con denominación de origen como una bebida alcohólica originaria de la zona geográfica que abarca los estados de Coahuila, Durango y Chihuahua, y que también se pretende reconozca como parte del patrimonio de la comunidad torreonense.
Al respecto, el titular de la Dirección de Comercio y Turismo, Luis Téllez Montes, reconoce que no es nada fácil lograr que un alimento o producto específico sea declarado como patrimonio turístico, gastronómico y cultural; sin embargo, ya se demostró que sí es posible. Se refirió a que lograr tal reconocimiento para el pan francés implicó mucho trabajo y la realización de diversos trámites como parte de un proceso que se prolongó durante más de un año y medio.
Como es sabido, fue apenas el pasado miércoles cuando, con el respaldo unánime de los integrantes del Cabildo de Torreón, se emitió la importante declaración en la que, además, se instituyó a nivel municipal el Día del Pan Francés, que habrá de celebrarse por primera vez el próximo 16 de octubre con una jornada especial de actividades culturales y, posiblemente, con la develación de alguna placa u otro elemento conmemorativo de tan importante ocasión.