Torreón, Coahuila.- El fervor y devoción a la imagen de la Virgen de Guadalupe, que representa un ícono importante para toda la comunidad católica deberá de adaptarse a los nuevos tiempos, debe haber congruencia y razonamiento, que no por “andar en las cosas de Dios, no nos vamos a contagiar, al contrario, si nos ponemos en el ‘tocadero’; nos puede tocar”, expuso José Luis Escamilla, vocero de la Diócesis de Torreón.
En el marco de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe a desarrollarse este próximo 12 de diciembre, monseñor Escamilla, mandó un mensaje claro y congruente a toda la comunidad Católica, se refirió en específico a quienes profesan este credo y no la Comarca Lagunera en general, que “hoy nuestro fervor religioso lo vamos a encausar en familia, si queremos conectarlo con la Iglesia en la fiesta de Guadalupe, tendrá que ser virtual; los padres de Guadalupe, estarán preparado un servicio bajo esa modalidad que es virtual”, detalló.
Dijo que todos aquellos que peregrinaban y lo “hacíamos presencialmente a lo mejor en un docenario del primero al 12 de diciembre se apuntarán en Guadalupe, cada día se podría hacer el nombramiento de la empresa o institución que quisiera hacerse presente no presencial, repito, sino virtual. Ese servicio va a ser desde la Parroquia de Guadalupe, la intención en general es la que debemos tener todos, no aglomerarnos, salir a lo necesario, seguir cuidando los protocolos y especialmente la sana distancia, eso lo es lo más recomendado”, explicó.
Cuestionado sobre cómo hacerle entender este mensaje a la feligresía católica que bajo el argumento de que ‘la virgencita’ los cuida y no se contagiarán, aclaró que en efecto, “es una tentación que a todos nos puede pasar, pensar que porque andamos en las cosas de Dios no nos va a pasar a lo que estamos expuestos, entonces, que bueno que queramos y nos guste andar en las cosas de Dios, pero está ese dicho que dice ‘cuídate que yo te cuidaré’, ‘o a Dios rogando y con el mazo dando’, sí, mi fe en Dios pero si no me pongo en la ocasión, si no me pongo en el tocadero, pues es mejor”, argumentó.
Estimó que sin lugar a duda es una fecha emblemática desde el terreno religioso, pero “al corazón tiene que ganarle la razón”, y no pasará desapercibida, dado el nivel de religiosidad tradicional que existe en muchos sectores del catolicismo, como lo dijo en ocasiones anteriores, es más conveniente volcarse a la oración durante este período de tiempo, que son tiempos de reflexión y resguardarse para estar cuidándose constantemente.