Torreón, Coahuila. – Los cazadores organizados de la región Lagunera protestaron abiertamente en contra de una iniciativa de legislación que de llegar a concretarse los dejaría fuera de la posibilidad de seguir desarrollando su actividad, misma que, aseguran, es generadora de un importante de rama económica.
Fue como parte de una movilización que de manera simultánea se realizó en Ciudad de México y otras partes del país, que los integrantes de diversos clubes y asociaciones de caza, tiro y pesca que tienen sus sedes en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, se concentraron sobre la explanada de la Plaza Mayor, para expresar su repudio en contra de la iniciativa que, se dijo, es impulsada por el senador por Morena Ricardo Monreal.
Fernando Félix Aizcorbe y Francisco Núñez, integrante y presidente del Club de Caza y Tiro de Lerdo consideraron sumamente desafortunada y fuera de lugar dicha propuesta que, creen, al parecer le apostará también a sancionar todo aquello que implique el manejo de animales en cautiverio, entre estas la charrería, las carreras de caballos, las peleas de gallos, y muy posiblemente llegue a impactar incluso en perjuicio de actividades productivas, como por ejemplo con la ganadería de engorda, la crianza de pollos y la producción de huevo.
Advirtieron que prohibir la cacería pondría fin a una importante derrama económica que se genera en todo el país y especialmente en los estados fronterizos en numerosos ranchos cinegéticos que se dedican a esa actividad, y que son visitados por cazadores tanto mexicanos como del extranjero; y con ello se impactaría también el hábitat en el que actualmente son criados y cuidados para su desarrollo muchos animales, toda vez que los ranchos cinegéticos autorizados dejarían de funcionar como tales.
También hicieron notar que quienes están organizados en clubes de caza y tiro realizan su actividad dentro de la legalidad al contar con el registro de las armas que emplean y tramitar los permisos de transportación de las mismas, además de cumplir con los pagos y trámites inherentes a su incursión en los ranchos cinegéticos o Unidades de Manejo Animal oficialmente autorizados.
“Pueden ver la calidad de gente que somos, no somos malandros, gente de mal ni oportunistas. Tenemos nuestras armas registradas sacamos permisos de transportación, tenemos nuestros trabajos, y somos gente que dejamos una derrama económica bastante importante”, puntualizó Fernando Félix.