Torreón, Coahuila. – Más que perder su trabajo, en marzo del 2020, Pedro Guajardo, de 67 años de edad, se vio obligado a abandonar su terapia ocupacional debido a la pandemia del Covid-19.
Se desempeñaba como cerillito en Abarrotes Del Real en Matamoros y por no pasar los exámenes de salud para reincorporarse, lleva un año cinco meses pidiendo dinero en la calle.
Actualmente se encuentra en el cruce del bulevar Revolución y Francisco Sarabia, bajo el puente vehicular, de las 8:00 a las 15:00 horas.
“A nosotros nos retiraron en marzo del año pasado, con la esperanza de que en 15 o 20 días regresaríamos, pero ya vimos todos que no fue así, la problemática se prolongó y hasta la fecha”.
“Entonces, sí regresaron varios, pero yo no pasé el examen médico y aquí estoy tratando se sobrevivir”.
No obstante, hace tres meses se cayó en dicho crucero y se lastimó todavía más sus rodillas, lo que le imposibilita agacharse y le dificulta caminar.
“Hay ocasiones que la gente, por la misma prisa que lleva, me avienta la moneda y no cae en mi vaso, entonces me traje un palo con un imán para poderla recoger, porque ya no me puedo agachar”.
Antes de la contingencia, indicó, duró seis años desempeñándose como empacador, la mayoría de ese tiempo en Soriana.
“Me metí como cerillito porque cuando me quedaba inactivo en casa sentía como si me estuviera acabando. Siempre he estado acostumbrado al trabajo, además de que esa actividad me daba un apoyo para mantener a mi familia”.
De él dependen su esposa y una niña de 12 años.
Los tres viven en la colonia Joyas del Desierto en Torreón.
Respecto a lo que recibe de contribución económica en las calles, señaló que es 80 por ciento menos que lo que le daban en las empresas para las que colaboraba.
“El dinero es importante, pero lo que más extraño es el cariño con la gente, esa plática mientras empacaba y a mis amigos-compañeros del trabajo. Es triste recordar todo eso y no poder volver a hacerlo, aquí estoy solo en la calle”.
Pedro Guajardo nació en Ciudad Juárez Chihuahua, pero lleva más de 40 años viviendo en esta ciudad.
Fue en marzo del 2021, cuando tras un año de inactividad por la pandemia de Covid-19, alrededor de 300 adultos mayores se reincorporaron al campo laboral poco a poco, de manera controlada y segura.
José Arturo Rangel Aguirre, coordinador regional del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Coahuila, informó que para que se sumaran a la nueva normalidad primero se les hizo una serie de estudios médicos, y también se les capacitó sobre las medidas de prevención ante la crisis sanitaria.
“La empresa HEB fue la primera que apoyó en la reincorporación de los adultos mayores empacadores y estamos esperando a que otras tiendas comerciales se sumen”, dijo.
Y es que el padrón en La Laguna es de mil 200 colaboradores, de los municipios de Torreón, Matamoros, San Pedro de las Colonias y Francisco I. Madero.
NUMERALIA
Seis años llevaba desempeñándose como cerillito.
DATO
Se ubica en el cruce de los bulevares Revolución y Francisco Sarabia.