Torreón, Coahuila.- El ex alcalde priísta Eduardo Olmos Castro se mostró plenamente confiado en que Pablo Chávez Rossique, quien fungió como tesorero municipal en la administración pública que él presidió en el período 2010-2013, saldrá bien librado de la situación que enfrenta luego de que el jueves fue detenido por agentes federales.

Con la detención del ex tesorero se dio cumplimiento de una orden de aprehensión girada por el Juez Primero de Distrito en La Laguna, para que responda por el delito de desacato relacionado con el incumplimiento de la devolución del Impuesto Sobre Adquisición de Inmueble (ISAI) a dos ciudadanos, esto en el 2012.

Olmos dijo tener la certeza de que como tesorero municipal Chávez no incurrió en absolutamente ninguna ilegalidad en el desempeño de sus funciones. Tiene claro que el problema que lo llevó a ser detenido el pasado jueves es estrictamente de orden jurídico, derivado primero de una serie de imprecisiones que hubo en el pasado en el Código Fiscal de Coahuila, y después cuando la devolución del cobro de un gravamen que se consideraba injusto se realizó, pero ya fuera de los tiempos que la ley exigía.

Refiere que eran tiempos en los que apenas entraba en vigor la nueva Ley de Amparo, lo que derivó en un desacato, en el no cumplimiento a tiempo de un mandato de un juez federal para devolver el ISAI a dos de los muchos contribuyentes que así lo habían exigido por la vía judicial.

Eduardo Olmos dice conocer plenamente el tema que llevó a enfrentar problemas a Chávez Rossique, al plantear que las imprecisiones que había en el Código Fiscal de Coahuila fue aprovechada por un grupo de ciudadanos que apoyados por algunos abogados se decidieron a reclamar masivamente la devolución de lo que habían pagado al Municipio por concepto de ISAI, lo que dio lugar a que se promovieran con ese fin más de mil 300 amparos, de los que casi la totalidad se respondieron y atendieron en tiempo y forma.

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En esos casos la justicia determinó como procedente la devolución del impuesto, sin embargo hubo dos en los que el reclamo de 600 y cerca de siete mil pesos se atendieron pero ya fuera de los tiempos en los que la justicia lo había establecido con base en las disposiciones de la nueva Ley de Amparo; y fue así como el ex tesorero fue juzgado y sentenciado por el delito de desacato al imponérsele una condena de hasta 10 años de prisión, que fue contra lo que durante los últimos años se había estado defendiendo con todos los recursos legales a su alcance.

Finalmente, el ex alcalde de Torreón y actual dirigente municipal del PRI puntualiza que “tengo fe en el sistema judicial y en las instituciones, y confío en que Pablo Chávez finalmente superará el trago amargo que ahora padece por un asunto que no tiene que ver con ninguna ilegalidad en el desempeño de su función pública sino con un asunto estrictamente jurídico”.