Rafael Mora, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) Torreón, expuso que después de que en los años 2016 y 2017 cerraran con 582 atenciones, en este 2018 prevén cerrar con al menos 600, ya que a la fecha se lleva un registro de 570.
Destacó que este incremento no se debe precisamente al aumento del consumo de drogas, sino más bien a la concientización en la que se ha trabajado.
Una de las problemáticas que sí se elevó, dijo, fue el consumo de cristal, que en poco tiempo ganó considerablemente preferencia entre los jóvenes, siendo que en el 2016, comentó, se tenía un 1.5% de consumo, y para el 2017 ya se había elevado al 17%.
“Aunque hemos estado trabajando muy arduamente en la prevención del consumo de ésta y otras sustancias, durante este año el rango de consumo sigue siendo alto”, puntualizó.
Mencionó que otro tema que también se detonó fue el suicidio, en donde las drogas no están relacionadas en todos los casos, pero sí en la gran mayoría.
De igual forma relacionó directamente el consumo del alcohol con los embarazos en adolescentes.
Puede leer:
“Por ejemplo, con el cristal, una de las broncas que se tiene con esta sustancia es que genera muy rápido un trastorno de tipo paranoide, que quiere decir que la persona se siente como perseguida, que todos hablan de él y todos quieren hacerle daño. Si el cerebro va trabajando estas ideas, puede llegar el grado en el que dicen que es mejor morir o terminar con esto, porque no es sencillo. Son voces internas que les van diciendo lo que tienen que hacer hasta llegar a la muerte”, concluyó.