Con base en la aprobación mayoritaria que este jueves emitió el Cabildo, podrá avanzarse en lo sucesivo en la búsqueda de alternativas de financiamiento en la intención de que sea mediante una Inversión Pública Productiva como pueda hacerse realidad la construcción de la nueva planta tratadora de aguas residuales con la que debe contar Torreón a fin de poder cumplir con los parámetros y exigencias establecidos dentro de una nueva normativa oficial establecida a nivel federal en esta materia.
El acuerdo en ese sentido, a favor de que se exploren posibilidades, lo establecieron las y los ediles torreonenses luego de analizar un dictamen emitido por la Comisión del Agua del Cabildo a partir de una solicitud presentada por el Consejo Directivo del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS).
Se dejó en claro que con base en este acuerdo el SIMAS podrá revisar la posibilidad de avanzar hacia la elaboración de un proyecto específico que, llegado el momento tendrá que someterse a consideración del Cabildo y que de aprobarse tendría que ser turnado al Congreso del Estado en espera de su validación.
De inicio, el consejo del SIMAS buscará alternativas en la intención de trazar un proyecto orientado a avanzar hacia la construcción de una planta que tenga capacidad de procesar mil 500 metros cúbicos por segundo de aguas residuales, con una inversión de 680 millones de pesos que, bajo un esquema de financiamiento a un plazo de 240 meses, se cubriría a través de un fideicomiso irrevocable con los ingresos que se generan con lo que pagan los usuarios del organismo pagan bajo el concepto de saneamiento y los que se obtengan de la venta del agua tratada.
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Sobre este asunto, el alcalde Román Alberto Cepeda González, dijo que si bien hay avances pero no se ha logrado concluir el juicio que desde hace años ha mantenido el SIMAS con la empresa Ecoagua que en el pasado estuvo a cargo de la operación de la vieja planta de tratamiento, es importante buscar la manera de seguir avanzando para dar solución a las necesidades y obligaciones que Torreón tiene en este mismo rubro.
Habló de que no se puede tener un sistema de agua de tercera cuando que lo que se busca es hacer de Torreón un municipio de primera. Por eso, refiere “tenemos que tomar decisiones que tienen que ver con recursos, y con una nueva planta de tratamiento con una serie de acciones que también tenemos que garantizar para la industria, a la que no podemos darle agua potable”.
Reconoció que distintas empresas se han acercado al SIMAS con diferentes opciones para cubrir las necesidades actuales de tratamiento de agua potable de la ciudad, y con diferentes esquemas de financiamiento posibles. Ante ello deben tomarse decisiones, ya que para dejar de perder tiempo e incluso el dinero que podría recuperarse se estuviera en condiciones de proveer del agua tratada que es demandada por la industria, comentó.
Por su parte, Raymundo Rodríguez de la Torre, gerente técnico del SIMAS, hizo saber que actualmente el organismo se encuentra revisando distintas alternativas, lo que finalmente llevará a tomar una decisión respecto a cuál será el tipo de planta tratadora que habrá de construirse en Torreón, y que dependiendo de la tecnología por la que se opte podría implicar una inversión superior a los 600 millones de pesos.
Expuso que si bien hay una nueva disposición normativa en materia de tratamiento que entra en vigor a nivel nacional en el mes de mayo, es posible obtener una prórroga de entre uno y tres años para que Torreón pueda comenzar cumplir con la misma sin problemas a partir de que concluya la construcción de la nueva planta.
También refirió que el proyecto por el que se opte tendría que realizarse dentro del predio que ocupa la actual planta tratadora, pues se trata de un espacio muy amplio y de hecho sobrado, en una superficie de 170 hectáreas, sin que se descarte que en un futuro pueda construirse otra planta adicional en el norte de la ciudad.