Aunque ciertamente se dejarían de cumplir las expectativas que se han generado desde que se anunció la posible llegada de Tesla al vecino estado de Nuevo León con una mega planta armadora de automóviles eléctricos, si el proyecto correspondiente, que recientemente quedó en suspenso, llega a cancelarse de manera definitiva, eso no implicaría en lo absoluto ninguna afectación directa en detrimento del desarrollo económico de la región Lagunera y de Coahuila en general.
Con sus opiniones en ese sentido coincidieron en términos generales al ser consultados por separado el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) en Torreón, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, y el titular de la Dirección de Desarrollo Económico del gobierno municipal, Jorge Willy Portal, quienes tienen claro que en torno al proyecto de Tesla en Santa Catarina, Nuevo León aún no se ha dicho la última palabra, ya que queda esperar hasta después de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos para poder conocer el desenlace de este asunto.
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No niegan que es motivo de incertidumbre el que el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, haya dejado en suspenso el importante proyecto luego de que el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, advirtió su intención de imponer fuertes aranceles a los vehículos producidos en México. Sin embargo, creen que con o sin la mega armadora de autos en Nuevo León, el desarrollo no tiene por qué detenerse en La Laguna.
“Sería una lástima que el proyecto llegue a cancelarse de manera definitiva, sin embargo a La Laguna no le pasará nada por no contar con Tesla en el estado vecino”, refiere de manera puntual Alejandro Gutiérrez, quien considera que el desarrollo futuro de la región no tiene por qué depender de esa empresa.
En su opinión, detrás de este asunto lo más lamentable y preocupante es la señal que se manda con decisiones movidas por motivos meramente políticos, y que pudieran ser apenas el principio de las dificultades y repercusiones que México tendría que hacer frente ante la intención de obstaculizar importantes inversiones en la intención de que las mismas se realicen pero dentro del territorio estadounidense.
Por lo que se refiere específicamente al proyecto de Tesla, comenta que su cancelación definitiva traería repercusiones negativas para México a nivel macroeconómico, mientras que dentro del ámbito local, por lo que respecta a Torreón y La Laguna no habría un impacto directo, dado que simplemente desaparecería un buena oportunidad para los industriales de la región de contar, como proveedores, con un nuevo y muy importante cliente que vendría a dar auge a sus operaciones.
Por su parte, Jorge Willy, reconoce que si al final Tesla no llega a Nuevo León, esto implicaría una muy mala noticia porque se cerraría para esta región la importante oportunidad de formar parte de una muy importante nueva cadena de proveeduría a través de empresas ya en operaciones y otras que buscarían la manera de venir a instalarse.
En tales términos, agrega, es claro que se iría una magnífica posibilidad a favor del desarrollo, pero no por eso tienen por qué detenerse los esfuerzos que se realizan de manera permanente a favor de la atracción y estímulo de inversiones generadoras de empleo.
Inclusive, el funcionario fue enfático al señalar que al margen de lo que al final llegue a suceder con Tesla, en Torreón no están en riesgo las proyecciones establecidas por la administración municipal en lo que a desarrollo económico se refiere.
Concretamente, dijo, se le apuesta a cerrar el 2024 con una cifra final de no menos de 10 mil nuevos empleos generados como resultado del trabajo de promoción que se realiza de manera conjunta con las autoridades estatales, esto ya considerando que cíclicamente en los últimos meses de cada año suelen darse ajustes a la baja en la cantidad de puestos de trabajo formales.
En tanto, queda esperar a que después de los comicios presidenciales en los Estados Unidos pueda verse cuál será el destino final que tendrá el proyecto de Tesla en Nuevo León, una vez que de una manera objetiva se conozca si prevalecerán las intenciones de imponer aranceles a los automóviles que se produzcan en México en lo general, o solamente a los correspondientes a empresas de origen chino.
