Torreón, Coahuila.- Por primera vez sin el tradicional desfile con el que anualmente siempre se había vestido tan importante conmemoración, la mañana de este viernes se celebró a nivel local el aniversario número 110 del inicio de la Revolución Mexicana, con un acto cívico que presidieron autoridades civiles y militares en la explanada de la Plaza Mayor, donde mucho se destacó la relevancia que tuvieron Torreón y La Laguna como sedes de algunos de los episodios más importantes y decisivos dentro de la lucha armada.
Presidida por el alcalde Jorge Zermeño Infante y el coronel José Castillo Meza, comandante del 33 Batallón de Infantería de la XI Región Militar, entre otras autoridades, fue esta una atípica ceremonia que duró apenas alrededor de 15 minutos y en la que la asistencia estuvo conformada solo por funcionarios municipales e integrantes del Cabildo, dado que como es sabido no hay condiciones sanitarias propicias para a realización de ningún tipo de eventos de carácter masivo.
En la primera parte del programa preparado para la ocasión, se realizó el solemne izamiento de la bandera nacional en el asta monumental de la Plaza Mayor, a cargo precisamente de personal del Batallón número 33, mientras los asistentes entonaron el himno nacional con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música que dirige el maestro Juan Barrios.
Posteriormente, le correspondió al director del Archivo Municipal, Carlos Castañón Cuadros, presentar una reseña histórica en la que se refirió de manera particular lo importante que, por su ubicación estratégica y relevancia económica, fue Torreón durante la lucha revolucionaria que a la postre daría lugar a la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el año de 1917.
En particular se refirió a las cinco tomas de Torreón que las fuerzas revolucionarias realizaron entre 1911 y 1916, en las distintas etapas de la lucha armada, en incursiones que llevaron a sus habitantes a sufrir todo tipo de consecuencias materiales, económicas y pérdidas humanas.
Hizo notar que en mayo de 1911 y aún sin la participación de Francisco Villa, en la primera toma de Torreón, uno de los episodios más recordados y lamentables. Vendrían luego la de 1913 y la de 1914, que fue una de las cruentas al haber concluido con alrededor de cinco mil muertos en la ciudad.
Se dieron finalmente dos incursiones armadas más en 1915 y 1916, y a decir de Castañón, todos estos acontecimientos dejaron un gran impacto en la vida de los torreonenses, quienes no obstante lograron sobreponerse muy pronto, de ahí que al paso del tiempo se llegó a reconocer formalmente a esta como una ciudad heroica.