A pesar de los tiempos difíciles que se han vivido en detrimento de las actividades económicas en general a consecuencia de la contingencia sanitaria por e Covid-19, y de que de manera particular han experimentado importantes pérdidas en el transcurso de los últimos meses, los negocios pertenecientes la industria panificadora de la región lagunera no solamente han logrado subsistir, sino que hasta ahora han podido conservar prácticamente intacta su planta laboral.
Solamente la Delegación Laguna de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) agrupa a 50 de los alrededor de 200 negocios del ramo que según estimaciones funcionan a nivel regional, y se trata en su mayoría de pequeñas empresas que en su conjunto sostienen por lo menos cinco mil empleos directos y favorecen otros 15 mil indirectos.
Así lo establece el actual presidente del organismo empresarial en la región, Raúl Morel García, quien calificó el 2020 como uno de los peores años por los que ha tenido que atravesar el gremio ante circunstancias económicas agravadas por la actual crisis sanitaria, que vino a agudizarse sobre todo en verano, que es precisamente cuando, de por sí, cíclicamente más suele disminuir la demanda de los productos de las panaderías.
La situación fue tal que los negocios de sector llegaron a funcionar a apenas por debajo del 65 por ciento de su capacidad, de manera que las pérdidas no se hicieron esperar, sobre todo luego de que cenca del 20 por ciento de los empleados, en especial los adultos mayores y personas con enfermedades crónico-degenerativas tuvieron que ser enviados a sus casas a manera de cuarentena temporal, para dejarlos a salvo de eventuales riesgos de contagio.
Sucede que eso implicó que se tuviera que contratar personal eventual para suplir a los ausentes, hasta que éstos pudieron reincorporarse a sus tareas.
Lo que se procuró con esto, destacó Morel García, fue “darle el apoyo a todos nuestros empleados para ayudar de alguna manera a que la situación económica de nuestra región no se vea más afectada, contribuyendo así con nuestro granito de arena”.
Por otra parte, el representante empresarial se mostró optimista al mencionar que tras el inicio de la temporada de lluvias y ahora que comienza descender la temperatura ambiental promedio en la región, se espera que la afluencia de los clientes de las panificadoras comience a recuperarse gradualmente hasta llegar a alcanzar su nivel máximo a fin de año, en el invierno, toda vez que las condiciones climatológicas influyen de manera directa en el comportamiento de la demanda y consumo de pan.
DATOS
Sólo los negocios adheridos a CANAINPA dependen cinco mil empleos directos y 15 mil indirectos
Según estimaciones, hay en la región Lagunera alrededor de 200 panificadoras