Contrario a lo que han señalado con insistencia sus pocos detractores, algunos de los cuales han intentado frenarla con recursos jurídicos que se espera que al final no prosperen, la del Corredor Matamoros es una obra que mucho antes de que empezara a ejecutarse fue ampliamente difundida y socializada, a partir de que tuvo sus origines como proyecto conceptual hace más de tres años, asegura el titular de la Dirección de Obras Públicas, Juan Adolfo Von Bertrab Saracho.

El funcionario comentó que es de esperarse que esta misma semana se emita la resolución correspondiente a uno de los juicios de amparo promovidos con la intención de que la obra se cancele de manera definitiva, y aclaró que mientras tanto el contrato para la ejecución del proyecto se mantiene abierto y vigente, aunque físicamente los trabajos llevan poco más de una semana en suspenso.

Recordó que si se dejó de trabajar fue para evitar generar en lo inmediato gastos que, en el remoto caso de que el fallo judicial resulte ser adverso a los intereses del Municipio, representen pérdidas para el erario público.

Aun cuando son siete los juicios de amparo en contra del Corredor Matamoros, se ha llegado a la conclusión de que solo uno, que es el que es en el que está por emitirse una resolución, es el que podría incidir en contra del proyecto, ya que los demás fueron promovidos por personas que viven o tienen sus negocios en un tramo de la avenida que está fuera del segmento donde se iniciaron los trabajos.

En cuanto al origen del proyecto, el funcionario explicó que los primeros antecedentes del mismo se remontan al año 2016 o 2017, cuando la firma especializada Urbis tuvo un primer acercamiento con el IMPLAN Torreón para comenzar a establecer las definiciones correspondientes.

Posteriormente, agrega, en el 2020 ya con la participación de la agencia urbanística alemana identificada como GIZ, especializada en la cooperación técnica para el desarrollo sostenible, Urbis y el IMPLAN trabajan para impulsar primero la llamada Ciclo-Vida de la calzada Colón, y comienza a hablarse ya más en forma del Corredor Matamoros.

Von Bertrab Explica que fue entonces, a partir del éxito de la colaboración que se decide dividir en tres partes las siguientes asesorías de la GIZ, una hacia el IMPLAN para ver el tema de reglamentos dentro del Centro Histórico, otra con las autoridades en materia de ecología para recibir la asesoría para instalar un contador de bicicletas en la Ciclo-Vida y la última precisamente para promover el proyecto de modernización o urbanización dentro del Corredor Matamoros.

Es así como finalmente en el año 2020 la Dirección de Obras Públicas concreta la elaboración de los planos y renders o representaciones, pero por alguna razón ya no fue posible entonces programar en lo inmediato la ejecución del proyecto, mismo que finalmente es retomado por la actual administración municipal con la decisión de llevarlo a su realización a partir de un amplio proceso de socialización.

Para ello se programó una inversión del orden de los 25 millones de pesos para materializar un espacio que privilegiará el uso peatonal sin hacer a un lado la movilidad motorizada y donde habrá además una nueva ciclovía confinada.