Torreón, Coahuila. – Su ilusión de ser policía inició cuando era niño, profesión que ha desempeñado por más de 30 años y hoy es el responsable de la seguridad en Torreón, pero el deseo de servir a la sociedad lo confirmó cuando era la “mascota” de la Cruz Roja.
El Comisario César Antonio Perales Esparza, nació el 2 de marzo de 1976 en Francisco I. Madero, Coahuila, y a sus 48 años de edad es el titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), puesto que tiene desde hace 2 años y 4 meses.
“Nadie de mi familia es policía, fui el primero y el único. Siempre lo quise. Puedo decir que mi vocación, que es lo que te lleva al servicio público, empezó cuando era voluntario en la Cruz Roja en Francisco I. Madero, primero como mascota y luego como socorrista”.
“Era la mascota, porque era el más chiquillo de todos, y luego socorrista, antes no había técnicos en urgencias médicas, era socorrista voluntario y posteriormente operador de ambulancia, pero empecé como la mascota”.
De ahí, se apuntó para trabajar como policía y gracias a su experiencia y dedicación, el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González, le habló para que se hiciera cargo de su eje de seguridad y orden.
“Así fue como llegué a la ciudad de Torreón, con el riesgo que conlleva, sin embargo, hoy por hoy tanto Torreón como Coahuila son lugares muy seguros, de los más seguros del país”.
“Además, ya había sido jefe regional de todas las comandancias estatales y he ocupado todos los puestos, desde el más sencillo hasta el de más alta responsabilidad”.
A DIARIO LO AMENAZABAN DE MUERTE
Durante la que llamó “época obscura de La Laguna”, eran diarias las amenazas de muerte hacia su persona, las cuales le hacían vía telefónica, pero también se dio cuenta que lo perseguían.
“Y me amedrentaban con mi familia, por eso me tuve que separar de ellos para protegerlos, no podía estar ni viajar con mi familia. Pero todos los compañeros policías de antemano sabemos que ese es el mayor miedo, lo que le pueda pasar a la familia, pero llega un momento en que te acostumbras”.
META: GANARSE LA CONFIANZA DE LA POBLACIÓN
Al llegar a la DSPM, uno de los objetivos que se planteó el Comisario fue el que la ciudadanía se quitara el miedo hacia los elementos de la corporación y se recuperara la confianza, lo cual consiguió y lo demuestran estadísticas de percepción.
“Fue a base de mucho esfuerzo. Se llegó a cambiarles el ´chip´ a los compañeros que andan trabajando, pues supimos lo que nos costó estar en esa condición, de que la gente nos tuviera desconfianza y no queremos volver a pasar ese tipo de cosas”.
“No hay mejor que la convicción para hacer las cosas, puede haber carencias y deficiencias, pero si hay convicción seguramente se logran las metas”.
LO MEJOR DE SER POLICÍA
Para el entrevistado, el conocer a tantos compañeros en un ámbito tan peligroso, es lo mejor de la profesión, pues son personas que brindan apoyo y cuidan de sus vidas entre sí.
“Nos conocemos como policías y como seres humanos, sentimos lo mismo que cualquier ciudadano de Torreón, pero con la diferencia que nosotros tenemos el deber y la obligación de proteger”.
“La delincuencia pudre todo y también afecta a nuestras familias, por eso nos levantamos a trabajar”.
PERDER COMPAÑEROS, LO QUE MÁS DUELE
Lo que más le ha dolido al Comisario es que sus colegas pierdan la vida, ya sea en el cumplimiento de su deber o por enfermedades.
“Tener que sepultarlos, es lo que más me ha dolido. Muchos se han quedado en el camino”.
Perales Esparza, además de ser policía, es Licenciado en Educación con especialidad en español y Analista en Inteligencia.
“Y si volviera a nacer, volvería a ser policía. No hay más”.