Torreón, Coahuila. - Las siete placas que como piezas de arte conforman el memorial “¿Dónde Están?”, fueron develadas este jueves durante un acto público que presidió el alcalde Jorge Zermeño Infante, con lo que se concreta la primera de tres etapas de un proyecto de intervención de un espacio público con perspectiva de género, impulsado por el Instituto Municipal de la Mujer (IMM).

Habilitada sobre el camellón central de la prolongación sur de la Calzada Colón, frente a las oficinas del IMM, se trata de una exposición permanente dedicada a la memoria de algunas de las mujeres y niñas que han sufrido violencia en por demás lamentables casos de desaparición y feminicidio.

Se recuerda así, en primer lugar, a la pequeña Edna Xochitl, víctima de uno de los primeros casos que más se han difundido de desaparición, ocurrido hace ya 31 años y que hasta ahora sigue sin esclarecerse.

Igualmente se hace alusión directa a los casos de desaparición, también sin resolver, de Luz Alejandra, Adela Yazmín, y el de las Hermanas Luz Karina y Mayra Socorro, así como el de Silvia Estefanía, “Fanny”, y se recuerda sentidamente el feminicidio de Serymar Soto.

En la develación de cada una de las placas realizadas por mujeres capacitadas en herrería artística y por representantes del Centro de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Coahuila, el alcalde estuvo acompañado por el diputado local Marcelo Torres Cofiño y el delegado regional de la Fiscalía General del Estado, Hugo Morales Valdez, así como la presidenta del DIF Torreón, entre otros, sin faltar la directora del IMM, Claudia Murillo Medina.

En su intervención, Zermeño Infante señalaba que el memorial queda permanente como un mensaje de que “el dolor humano es causado por humanos, y si no somos capaces de generar confianza, amor y respeto estamos perdidos”.

Planteó que tiene que haber una conciencia y educación que nos permita a todos respetarnos como seres humanos, ya que no hay peor dolor para un padre y una madre que la pérdida de un hijo, lo cual, dijo, lo menciona con pleno conocimiento de causa ya que desafortunadamente le tocó vivir la experiencia de perder a una hija hace 22 años.

Al referirse a los representantes de los colectivos que agrupan a familiares de desaparecidos, presentes en el acto, el edil reconoció que en definitiva su afán de decir “vivos se los llevaron y vivos los queremos”, corresponde a una lucha justa que se motiva por la desesperación de no saber dónde están sus seres queridos. Y ante ello, les pidió procurar reconciliación con Dios y buscar la manera de estar en paz consigo mismos y con la sociedad, sin dejar de reconocer que las autoridades competentes están obligadas a atenderlos y a darles las respuestas que buscan, por lo que el Ayuntamiento se solidariza con su necesidad de mantener viva su exigencia.